En la Mansion.

Un dia como todos, en los que acostumbraba a vagar por la mansion, me senti atraido por el jardin, estaba muy nublado y humedo el hambiente, y el rocio cubria cada una de las plantas del jardin.
Sali un rato...a pesar de mi condicion de vampiro, el olor a viejo de la mansion a veces daba nauseas aunque estas fuesen psicologicas.
Aun asi, quise salir un rato. No habia nadie en la mansion y a decir verdad...eso me aburria.
Me sente en un banco del extenso patio...la soledad sesaba constantemente, hasta sentia que el sueño humano me apoderaba, y no me dormi porque mi fisico no lo permitia.
Asi, continue observando el lugar con detenimiento...

Se dio vuelta un tanto sorprendido, hace dias que no veia a Demetri, y esto le sorprendia, pero alegraba a la vez. El tiempo que pasaba en la mansion solo no le agradaba a decir verdad.

Hola, Dem...! Como estas?

Rio ante tal pregunta, Demetri siempre era asi de bromista, y a decir verdad, esto le alegraba muchas veces el dia.

Claro, Dem...como no extrañar tus comentarios.

Dijo tras soltar una carcajada

Bueno y en eso apareci yo tan sonriendo como siempre.
-Feliz, Demetri,
K aburrido feliz?

El día permanecía sumido en la oscuridad ya que las nubes cubrían por completo el cielo anunciando que probablemente llovería en poco tiermpo, ingrese a la mansión con aire despreocupado sin mirar siquiera a mi alrededor, acababa de regresar de mi más reciente salida de cacería y mi selección había sido excesivamente meticulosa esta vez, solo traje conmigo los humanos que a mi parecer tenían el olor más exquisito y como siempre las cosas resultaron sencillas. Humanos; tan fáciles de influenciar por una mirada penetrante y un rostro bonito.

Subí las escaleras para comunicarles mi regreso al resto del clan pero no había nadie a la vista, suspire audiblemente y busque el espejo más cercano para asegurarme de que hasta el último de mis cabellos estuviera en su lugar antes de retomar la búsqueda, vivir en una mansión así tenía sus desventajas si buscabas a alguien; aunque podía tomar el camino fácil y solo pronunciar en un murmullo el nombre de la persona con quien deseara hablar para que me escuchara y viniera a mi encuentro, pero… ¿Dónde estaba la diversión en eso?

Mire en todas direcciones decidiendo hacia donde buscar, avance por uno de los pasillos admirando la decoración, aun después de tanto tiempo seguía pensando que todo era demasiado elegante.

-¿Hay alguien en casa? – pregunte modulando mi voz para que se mantuviera por debajo de un murmullo, era descomunal el silencio ensordecedor en el que se encontraba sumida la mansión.

De pronto los sonidos de voces amortiguadas me indicaron el camino a seguir, parecía que se encontraban en el jardín. No tarde mucho tiempo en llegar al lugar, donde logre ver a Demetri, Félix y Jane.

-Hola chicos – dije como saludo general.

Hola, Heidi, como estas..?

Pregunte, al darme vuelta, llamado por la pregunta de la chica. No sabia que se encontraba en la mansion. De todas formas, esta era tan grande que por mas que hubiese estado, no me hubiera enterado. Tenia tamaño suficiente como para perder el rastro de alguien ahi dentro, y eso, es mucho para un rastreador como yo.

Entonces, tras su respuesta inmediata, noto como Demetri y Jane estaban en otra cosa, tal vez ni se hubiesen enterado de la condicion de recien llegada de Heidi, por lo que decidi lleva la conversacion a cabo.
La muchacha parecia un tanto afligida por algun motivo, su mirada apagada la delataba, y no parecian muy alegres sus palabras, a pesar de su contenido tapando la aparente angustia.
Talvez solo fue mi mera impresion, pero no podia evitar sentirme afligido por ese detalle.

Note que Jane y Demetri lucían abstraídos por otro tema antes de mi llegada y decidí seguir la conversación con Félix que al parecer era el único consciente de mi presencia.

-Bien, acabo de regresar – respondí casi inmediatamente notando que mi voz sonaba distante, sonreí fugazmente para suavizar la aspereza de mi respuesta. No me encontraba del todo feliz y el clima solo parecía empeorar mi humor.

-¿Cómo estas tu? – pregunte un par de minutos después, el parecía encontrarse de mejor humor que yo, pero nunca sobraba preguntar.

Bien...pues...Aqui siempre es aburrido, pero trato de mantener el orden un poco...

Dije un tanto exahusto, por lo que suspire levemente ante mi comentario.
Aun asi volvi a esbozar con sutliza una sonrisa amable, con la que le di paso a mi siguiente pregunta.

Como te ha ido en tu ausencia...?

Pensé un poco mi respuesta, la verdad el viaje había sido bastante tranquilo, incluso se podría decir que los humanos facilitaban mi trabajo pero eso hacía que dejara de ser del todo divertido.

-Me fue bien, aunque... he tenido viajes mejores, este fue un tanto aburrido – resumí a modo de respuesta.

-Veo que ustedes arman reuniones en mi ausencia – dije dejando de lado mi mal humor, dándole a mi voz un toque de sutil diversión.

En realidad...Solo acaban de volver Demetri y Jane. Yo he estado aqui mientras todos optaban por unas vacaciones. Despues de todo, la guardia no puede quedar sin nadie.

Contesto manteniendo su estable animo, pero tras finalizar sus palabras suspiro un tatno tedioso, le resultaba pesado aveces siempre sonreir para mantener la calma.

Aqui todos somos temperamentales, pero si uno de nosotros no mantiene la calma esto explotaria...No crees?

Le sonrio amablemente, mientras pasaba su diestra por su cuello, refregandolo un poco y luego estirando su espalda en signo de cansancio.

Hablaba entretenidamente con Jane cuando vio que llego la sensual y hermosa Heidi, rapidamente me separe de Jane y me pare a saludarla
-Hola heidi-
le sonrei
-Oye! yo no estube de vacaciones, yo estube ocupado con una mision-
le dije a Fel

Ohh...De acuerdo, Dem. Pero no estabas.

Comenze a reir ante la explicacion del muchacho. Tras un par de preguntas y respuestas con Heidi, Demetri se percato de su presencia. Naturalmente, a este le interesaba mas las curvas de una chica mas desarrollada, y Jane habia inmortalizado su cuerpo pequeño. No me sorprendia que el se guiara por una cosa asi. Aun asi, no puedo juzgarlo por eso, aunque personalmente no me identifique con eso.

Observe que Fel miraba en mi direccion
-Que tanto miras ?-
rei

Nada, Dem...tu sigue tranquilo.

Le sonrei mientras miraba a un lado disimulando.

Escuche con diversión la palabra vacaciones, yo necesitaba unas de esas con urgencia para despejar un poco mi mente.
“Tal vez en alguna isla desierta” – pensé distraída, realmente me resultaba atractiva la idea.

-Cierto, debemos agradecer al cielo que tú seas el elegido para permanecer en calma –dije divertida al notar que Félix parecía un poco estresado. Un instante después la atención de Demetri se poso sobre mí.

-Hola Demetri –respondí con una sonrisa en respuesta a la suya. Escuche la conversación de los chicos sin ser partícipe directa y un momento después decidí intervenir.

-¿Estoy en medio de una conversación para chicos que no entiendo? –pregunte mientras enarcaba una ceja, sentía que me estaba perdiendo de algo, pero no sabía exactamente de qué.

No lo creo, Heidi, a esta altura ni yo entiendo que sucede en verdad...

Volvio a reir calmo, mientras suspiraba de nuevo.

Haz de cuenta que si Heidi...que otra opcion tengo?

Comento un tanto abrumado, mirando a un lado con una vista melancolica. Pero su trabajo implicaba otra cosa, y era mantener el orden.

No te preocupes, talvez tome unas pequeñas vacaciones y con eso ya estare bien.

Suspiro levemente, esbozando asi una sonrisa amable, y seductora naturalmente que le caracterizaba.

Gracias, Heidi...En fin, que bueno que estas de vuelta.

Sin dejar de lado su sonrisa amable, mientras se estiraba un poco, observando de lejos a los demas.

Yo voy a dentro de la mansion...vienes?

Los miro de la misma forma que Heidi, esbozandoles una sonrisa amable a cada uno, en forma de despedida lo mas educada posible.
Asi, en silencio comenzo a adentrarse en la gran mansion por el pasillo de entrada. No sabia bien que decir, no tenia palabras amables para disimular una conversacion estable con Heidi, por lo que opto por quedarse en silencio, avistando a la muchacha de reojo cada tanto.