Regreso a Forks

Habían pasado muchas semanas, quizá meses...

Sonreí cuando vi todas las casas del pueblo. En Forks había empezado todo, mi nuevas ganas de vivir. Ahora, con el control absoluto de mi don en marcha, caminé por la calle con mi bandolera donde guardaba la poca ropa que llevaba encima y miraba con ilusión a la gente.

Desgraciadamente, mi hermana se había marchado de allí y ahora tendría que seguir por mi cuenta. Me hubiera gustado volver a verla...

¿Estarían Lizzy o Demetria por allí? A ellas también las echaba de menos.

No sé cuanto tiempo pasé caminando por la calle sin rumbo...solo sabía que Forks era, a fin de cuentas, mi hogar y que estaba feliz de estar allí, de nuevo.

iba caminando por el pueblo un poco distraida observando una revista que recien comprava en una tienda y que estupida fui al tropesarme con una chica
-lo siento- dije apenada

Llegué al pueblo,el olor de Rinoa ya no estaba por ningún lado.
Divisé a lo lejos a una chica...no sabia quien era,quizá fuera Thais...por sus pensamientos diría que si.
Me acerqué para preguntar,me dio un poco de vergüenza...pero aún así debía hacerlo.

-Hola eh...¿Eres la hermana de Rinoa?-pregunté un poco inseguro.

Miré ceñuda a una humana que acababa de chocarse contra mí.

-No importa -le dije, y seguí caminando.

Olfateé un nuevo aroma de vampiro, aunque eso no era nada nuevo en Forks. Se me acercó, parecía algo intranquilo y su pregunta me sorprendió.

-Quizá -le respondí.

Me quedé un momento quieto,sin saber que decir,sin saber como actuar.
-Oh...verás no quería molestar...-pregunté pasando mi mano por el pelo-Pero verás,Rinoa y yo eramos muy buenos amigos y...es importante que contestes,por favor.

Lo observé un instante. Luego caí en la cuenta de algo. ¿Y si él...?

-¿Eres David Rebels? -le pregunté con curiosidad. Rinoa me había dado indicaciones de que habían dos personas en las que podía confíar: David Rebels y Selene Mayfair.

-Si...-respondí dudoso-Y puedes confiar en mi-comenté tras escuchar su pensamiento.

Medité un instante.

-Mi hermana habla muy bien de ti, quizá demasiado -le comenté. Luego sonreí y añadí-: No hace falta que te portes bien conmigo y todo eso, lo mejor para ti es que te alejes de mí.

-Quizá cuando te conozca mejor-esbocé una sonrisa-Rinoa habla muy bien de ti,quiero saber el porque.
Miré durante una milésima de segundo a Nikole,a la que aún podia ver.

-¿Nunca has oído que la curiosidad mató al gato? -le dije con una sonrisa mientras entrecerraba los ojos para observarlo mejor.

-Al gato le gustaba curiosear...-dije esbozando una sonrisa-Me alegro de conocerte por fin,Thais.

Dudé un momento, pero luego recordé a Rinoa. Había hecho demasiado por mí y tenía que compensárselo de algún modo, y cual mejor que portarme bien con sus amigos.
Extendí la mano hacia el vampiro.

-Lo mismo digo. Aunque todavía tienes la posibilidad de salir corriendo, no sería nada nuevo para mí -le aconsejé, y la amargura con la que solía decirlo antes había cambiado. Me sentía más fuerte conmigo misma.

Estreché la mano de Thais...
-No saldré corriendo,no sin antes conocerte-dije expresando en mi rostro una sincera sonrisa.
Rinoa me dijo que cuidara de su hermana,y yo cuidaria de ella por muy dificil que fuera.

Me intrigaba aquél vampiro. Sobretodo, me intrigaba si poseía algún don. Tenía mala experiencia con los dones...

-No vivías aquí cuando yo estaba. ¿Desde cuando estás en Forks? -le pregunté. Me inspiraba confianza, pero necesitaba conocerlo un poco más.

-Pues desde hace algunos meses...no lo sé con exactitud pero hace ya bastantes meses...Rinoa me recomendó quedarme y aqui estoy-tras leer su pensamiento no quise decirle directamente cuál era mi don,pues preferí esperar a que preguntara.

-¿Y estás aquí solo? -no sabía si le estaba incomodando, tampoco quería hacerlo, pero necesitaba conocer más de él.

Eché a andar por la calle a un paso lento, esperando que me siguiera.

Caminé al ritmo de Thais pensando mi respuesta.

-Si...estoy aqui solo,tengo pareja,pero vivo solo...me gusta ser independiente-transformé la comisura de mis labios en una sonrisa-Si no tienes donde quedarte,mi casa está abierta.

Sonreí ante su respuesta. Me gustaba la gente solitaria, tal vez porque pasé muchos años sola en los bosques, escondiéndome de la gente para no causarles daño con mi don.

-No voy a abusar de las relaciones amistosas de mi hermana, de todas formas gracias -le agradecí la invitación.

-Creeme que no abusarás,será todo un placer tenerte-no quise agobiar más con ese tema,asi que suspiré sonriendo-Si cambias de opinión solo dimelo.Y bueno,¿te quedas por mucho en Forks?

Las calles estaban desiertas,de vez en cuando pasaba algún coche y algún que otro humano...

-Todo el que pueda, la última vez que vine a vivir aquí no pude estar demasiado. Ahora quiero volver a disfrutar del lugar y sobretodo de mi poder para controlar mi don -dije contenta sin esconder una sonrisa.

Iba a preguntarle dónde quedaba el hotel a David, ya que el poco tiempo que estuve en Forks lo pasé en Port Angeles y el bosque. Medité durante un instante. Tenía poco dinero en la mochila, quizá tan solo para un par de noches en el hotel de Forks. Le pegué una patada a una piedra que había en el suelo, haciéndola añicos, y me quedé en silencio.

Leí su pensamiento...no permitiría que se quedara en el hotel...

-Mi don es leer mentes...a la vez puedo mostrar mis mismos pensamientos y sentimientos...-dije sin merodear más-Puedes quedarte en mi casa...no permitiré que te quedes en el hotel,en serio,no será molestia.

¿Leer mentes? Lo miré con los ojos muy abiertos. Aquél si era un don interesante... Entonces caí en la cuenta que habría sabido todo lo que estaba pensando. Suspiré por mi torpeza.

-Aceptaré tu invitación...pero solo por una o dos noches -le dije bastante agradecida. Recordé que debía encontrar un trabajo si quería buscar alguna casa...o vivir en el bosque, algo que tampoco me molestaría demasiado. Estaba acostumbrada a las noches en los bosques...

-Acepto-contesté sonriendo-Tranquila...no invadiré tu mente todo el tiempo...Tendrás privacidad.

Repentinamente recordé a Rinoa,no sabia por que...Una hoja cayó y recordé la que le habia tirado soplando...solté una risa ligera al recordarlo.

-¿Qué te hace tanta gracia? No pensé nada gracioso... -dije recordando, pues había estado un instante sin pensar nada.

Lo vi reírse algo extrañada. Pero, inevitablemente, sonreí.

-Nada...recuerdos-respondí sonriendo-Y bueno...¿Tienes algún don?

Una ventana bajó la persiana lentamente,quedandose mirando quienes eramos.