Reencuentro [Rinoa y Will]

Recuerdo del primer mensaje :

Caminé hacia la casa con la presencia de Will tras de mí. Llegamos a un claro y me di la vuelta, encontrándome de frente aquél rostro que tanto había creído ver de nuevo miles de veces en toda mi vida...

Entonces me eché a reír.

-Sé que esto no es real, es decir, es otra más de mis alucinaciones lo tengo muy claro... Lo único es que esta vez parece que no sea la única que te vea -admití aún riendo-. Quizá tenga un especie de poder que no conocía y pueda hacer aparecer presencias o crear ilusiones... ¡Qué sé yo!

Me quedé con la sonrisa en la boca y bajé mirada hacia el suelo.

-Por mi me iría ahora mismo...pero claro,Jane siempre en medio-dije furiso.

Me sentía feliz con aquel sol reluciente sobre nosotros,señal de que Rinoa estaba feliz...y entonces,yo tambien lo estaba.

No pude dejar de sentirme feliz e ilusionada cuando escuché su respuesta. Me hubiera gustado decirle que nos fuéramos ya mismo, pero recordé mi promesa a Thais de que si ella no luchaba lo haría yo por ella, así que apreté los labios y callé.

Llegamos junto a un pequeño lago, así que me senté bajo un árbol donde pegaba sombra y observé el agua en calma.

Me senté a su lado suspirando y apoyando mi cabeza sobre el robusto tronco.
Aquel paisaje era precioso...perfecto para la compañia.

Metí mi mano en el bolsillo de mi pantalón y saqué un viejo colgante algo desgastado. Lo observé durante un segundo y se lo di a Will.

-¿Lo recuerdas? -le pregunté-. Era tuyo. Te lo dejaste cuando te fuiste... Pensé en tirarlo, pero no pude. Creo que en parte me ha traído suerte... Ya es hora de que lo vuelvas a tener -esbocé una sonrisa.

Negué con la cabeza mientras le devolvía el colgante.

-¿No dices que te trajo suerte?-pregunté-Pues quedatelo.

-Pero es tuyo -insistí estirando mi mano hacia él con el colgante.

Un ligero viento removió mi pelo y el intenso aroma que desprendía invadió el lugar. Inmediatamente detuve el viento para que mi aroma no se esparciera más, no quería que demasiada gente supiera que había vuelto a Forks. Tan solo la justa y necesaria.

-Es tuyo-le contradije.

Su aroma llegó a mi nariz,aroma que me hizo recordar recuerdos que quedarían grabados,por suerte.

Aun indecisa, miré el colgante.

-Gracias -le dije con una sonrisa.

Me lo colgué en mi cuello y lo observé durante un instante. Conocía hasta el más mínimo detalle de aquella joya desgastada de plata, había pasado muchas horas observándola...

Suspiré y clavé la mirada en el lago donde pude ver a unos cuantos peces nadando.

-¿Qué fue de ti?-pregunté aunque en el fondo sabia que no habia hecho bien en preguntar.

Agarré una piedra pequeña y la lancé al lago, provocando varias ondas en la superficie y asustando a los peces que nadaban cerca.

-Mi vida ha sido bastante ausente -comencé a explicarle-. Sin ti todo fue...nuevo para mí. Tardé décadas en acostumbrarme a no sentir tu aroma cerca de mí, y a veces aún me cuesta -inspiré disimuladamente y el aroma de Will inundó mi garganta, mi cuerpo. Era como sentirme viva después de mucho tiempo-. No hice gran cosa, seguí trabajando de vez en cuando en el mercado de la moda como ya sabes y gané suficiente para obtener una pequeña fortuna...aparte de la que dejó mi madre. Murió hace unos cuarenta años y todo su dinero iba a ser para mis primos. Pero entonces entré al banco donde tenía su cuenta de ahorros y transferí todo su dinero a mi cuenta. Sé que fue algo horrible, pero necesitaba ese dinero y prácticamente era mío... -guardé silencio-. No quiero aburrirte con mis líos.

Lancé una segunda piedra, más grande, que provocó hondas mucho más extensas que las anteriores.

-No me aburres...-dije tras prestar suma atención a sus palabras-Mi vida fue una rutina...cazar,correr,cazar,correr...hasta que corriendo llegué a Forks.

-Me alegra que tu rutina cazar/correr finalmente te llevara a Forks -confesé con una sonrisa sin apartar mi mirada del lago-. Me sorprende que todavía me recuerdes, temía que hubieras convivido con más vampiros y ni siquiera recordaras a aquella idiota que transformaste hace ya mucho tiempo -le dije.

-Jamás te olvidé no lo intenté...-más bien le tenia presente cada segundo,pero me callé.

-Es agradable saberlo -era lo que había esperado escuchar en mucho tiempo. No quería preguntarle sobre su marcha, era doloroso recordarlo y el simple hecho de saber que él había vuelto, y quizá se quedaría, a mi vida era más que suficiente.

Lancé la tercera piedra hacia el lago, pero esta vez no llegó a tocar ni siquiera el agua, se quedó en la orilla.

-Viva la precisión -susurré.

Reí ligeramente ante aquella piedra que no llegó al lago.

-No has cambiado-susurré alegrándome,era un alivio comprobarlo.

Sonreí al escuchar sus palabras.

-Tú tampoco -le respondí-. Entonces dices que te alojas en la casa de David, ¿cierto? Yo estoy en el hotel con una amiga...por si algún día quieres dar otro paseo -le invité a que viniera a visitarme. Necesitaba volver a verle con frecuencia, no aguantaría seguir viviendo sabiendo que él estaba cerca.

-¿Ya quieres acabar con éste?-pregunté enseñando mi sonrisa,la sonrisa que habia olvidado enseñar.

-¡De ninguna manera! Podría pasarme horas aquí -dije de forma inmediata al escucharlo, aunque reí al ver que sonreía-. Te ves bien cuando sonríes, deberías hacerlo más a menudo -le aconsejé volviendo la mirada hacia el lago.

Agarré una cuarta piedra y la hice rodar por mi mano, pensando en tirarla al lago o no.

Pensé en tantos momentos que pasé sin Rinoa...ahora volvia a vivir.
Suspiré,no sabia que decir,el silencio lo innundaba todo...pero era perfecto.

Finalmente lancé la piedra hacia el lago, rebotando por toda la superficie.

-¿Y qué tal tu vida sentimental? ¿Ya encontraste compañera? -le pregunté con curiosidad, aunque me arrepentí de hacerlo. En el fondo no quería saberlo...

-Jamás.-respondí-¿Y tú?

Recé para que no respondiera,pero lo haria...y yo sabia su respuesta...seria afirmativa.

-Para nada -respondí de inmediato con una tímida sonrisa.

Tenía que reconocer que su respuesta había sido un pequeño rayo de esperanza para mí, un rayo tan diminuto como improbable.

Suspiré aliviado y le miré

-¿Tu pelo no era rubio?-pregunté obvservando su pelo...era raro que no fuese asi,ya que lo recordaba intensamente.

Esbocé una pequeña sonrisa.

-En realidad era teñido, este es mi color natural. Me lo dejé hace unas semanas... -me mordí el labio inferior. ¿Tan mal me quedaba el castaño?

-Te queda hermoso-susurré mirando las raices de cada pelo.

Miré fugazmente sus ojos y me dió miedo volver a perderlos...aunque esta vez no seria tan idiota.