Entre los árboles

Recuerdo del primer mensaje :

Dejé mi bolso con mis cosas bajo un árbol y me tumbé en la hierba boca arriba, observando las copas de los árboles. Un par de tímidos rayos de sol se filtraban por las hojas. Era gratificante poder volver a controlar mi don, ya que, durante mi estancia en Egipto, Lizzy había anulado nuestros dones temporalmente.

Olfateé a lo lejos los aromas de Selene y Daviid. Les había pedido que acudieran, ambos eran personas importantes para mí y ya era hora de que se conocieran. Podía escuchar sus pasos en el barro y, aunque faltaban unos dos kilómetros de distancia, calculé que en unos treinta segundos estarían allí...

Solté un gruñido, intentando liberarme. Quería taparme la nariz pero también salir corriendo hacia el origen de la sangre. Abrí mucho los ojos mientras seguía forcejeando. Hacía mucho tiempo que la sangre humana me descontrolaba tanto...

-¡Ayúdame Selene!-le supliqué-¡Tapale la nariz corre!-despúes volteé hacia Rinoa-Sabes que no debes,debes de ser fuerte,concentrate porfavor.

Cerré los ojos en un intento desesperado por tranquilizar la parte de mi cuerpo que seguía luchando por liberarse.
Los recuerdos golpeaban mi mente... Los recuerdos de los días en que acababa de ser transformada y aprendía a controlarme y saciar mi sed con la sangre animal...

Íbamos corriendo por una selva. Notaba que podía correr más veloz que antes. Podía correr, incluso, más deprisa que él. Me divertí alcanzándolo con la mirada de los animales clavada en ambos.

-Ey, ve más despacio, una neófita como tú debería estar pensando en matar un pueblo entero y no en hacer carreras por la selva -se quejó él, el vampiro que me acababa de convertir.

-La culpa es tuya, no debías haberme enseñado a alimentarme de animales -le dije yo.

-Algún día me lo agradecerás, créeme. ¿Sabes? Tienes un impresionante control para no matar a humanos. En tus días yo ya había acabado con cien gracias a mis dotes de seducción -rió él.

-Yo prefiero usarlas con otros seres más interesantes -contesté.

Él me miró, con la misma cara que siempre ponía cuando yo insinuaba algo así. Sonrió.

-Vayamos a cazar algo, empiezas a decir tonterías...

Abrí los ojos, mucho más calmada que antes. Ya no forcejeaba con David, y la sangre de aquellos humanos no me hacía efecto.

-Lo siento... -conseguí musitar. Tenía inmensas ganas de echarme a llorar.

-No tienes de que disculparte-le dije con el afán de calmarla-Todos hemos tenido esos momentos...Miré el ambiente,estaba mucho más tenso,yo lo relajé pasandoles con mi don un sentimiento de calma...Les pasé la calma que yo tube al encontrar a Selena viva...
Ellos sentirían la calma con la misma intensidad que yo la sentí.

Pensé en un sentimiento aún más fuerte para que se relajara...
Le pasé el sentimiento que sentí al encontrar a mi hermano humano despúes de dos años de busqueda,nada se compararía a eso,y ella sentiría el mismo sentimiento de alivio que yo.
-No es tu culpa Selene-le dije mirándole a los ojos-No tienes porque culparte de nada.

-Por mi vale,no queremos ningún incidente más por ahora,¿no?.
Miré a Rinoa que aún seguía perpleja...
Suspiré y miré al cielo que se estaba nublando,poniendose oscuro,y casi no dejaba paso al sol.Supuse que era por el don de Rinoa

Me levanté torpemente, sujetándome de David y Selene. Mi vista seguía fija al suelo. A pesar de que por algún extraño motivo me empezaba a encontrarme mejor, el recuerdo que había venido a mi mente había sido tan nítido...tan real.
Tardé unos segundos en darme cuenta de que se estaba haciendo oscuro. Ni siquiera me esforcé en cambiarlo, sencillamente no podía ni levantar la cabeza...

-Venga Rinoa,tranquila,todo paso...estamos aqui.
De alguna manera le quise decir que no dejariamos que se fuera a por la sangre de aquellos humanos,que sabríamos controlarla...Pero al ver que no se me ocurrían las palabras indicadas,me limité a sonreirle y caminar.

No conseguía articular palabra. Estaba destrozada. Nunca pensé que me llegaría a descontrolar de aquél modo.
De repente me surgió la duda de si David habría visto el recuerdo en mi mente, ya que su don se lo podría permitir. O quizá estaba viendo la mente de Selene...
Me solté del brazo de David y de el de Selene. Inspiré profundamente mientras intentaba relajarme.

Tras que ella se soltara no le forcé a que se volviera a agarrar,le dejaría que caminara sola.
Despúes le asentí con la cabeza suponiendo que ya sabia a que me refería.
El cielo se estaba poniendo más oscuro,no llegaba a la oscuridad de la noche,pero la rozaba.

Vi que David asentía. Un escalofrío me recorrió el cuerpo.
Me senté en una roca, sujetándome bien a ella. Cerré los ojos, a pesar de que aquél recuerdo me hacía daño quería volver a verlo.
Pero no veía nada. Tan solo oscuridad.
Volví a abrirlos y miré a David y luego a Selene.

-¿Queréis que nos vayamos? -pregunté débilmente.

-¿Te sientes con fuerzas para caminar?-le pregunté mirando preocupado a Selene.
Leí la mente de Rinoa y pensé en mostrarle lo que ella misma pensó gracias a mi don,pero no me pareció correcto y aguardé en silencio esperando respuesta.

-Sí, puedo caminar, sí... -aseguré moviendo afirmativamente la cabeza.

Me volví a levantar de la roca y los miré.

Me quedé en silencio pegando pequeñas patadas a una roca que habia en el suelo,esperando que Selene hablara.
Me fui a mis pensamientos y cuando volví al bosque,la piedra habia desaparecido.

Me quedé mirando aquella escena conmovedora,ver a amigas apoyándose asi...
-No te preocupes Selene-le susurré tras escuchar sus pensamientos-Me pasan cosas de estas a diario,nada de esto es culpa tuya.

-Yo se que Rinoa podrá,solo necesita asimilar que todo pasó...-tras decir aquellas palabras,miré a Rinoa sonriendo.
El viento nos golpeaba suavemente,no molestaba,más bien era agradable...y lo más importante,apartaba el olor de la sangre a otro lado.

-Solo decid donde queréis ir, no tengo muchas ideas. Forks no es que digamos el lugar más divertido del mundo... -dije intentando parecer más animada. No me gustaba que se preocuparan por mí, prefería pensar en lo que me había pasado más tarde, cuando estuviera sola.

-Como me cansé de repetir a todo el mundo,mis ideas són pésimas...les dejo el privilegio de elegir-y tras decir aquello me senté en el suelo apoyando la cabeza con las rodillas,pues pensé que eso iba para largo.
Me quedé mirando rastros de sangre de animal que habia esparcidos por la arena del bosque.