Jugando en las afueras

-ja!como si no lo supiera...-los mire...
-me acompañarian?-

-¿que sucede Selene?-
- Te ves rara-

-bueno, al parecer nadie me quiere acompañar...en fin....-le sonrei un poco.
-si quieres te puedo acompañar...aunque me gustaria tambien ir de compras...jajajajajjajajajajajajajja...-

Seguí deshaciendo entre mis dedos las margaritas hasta convertirlas en polvo. Mi mirada viajaba en la mirada de Zafrina, la vampira que había aparecido y que parecía ser amiga de Selene.

-Hola -saludé a la chica con una sonrisa-. Soy Rinoa Wells.

Salté hasta un árbol siguiendo a Selene. No entendía, ¿a dónde iban?

-¿A dónde vamos?

-Si quieres venir con nosotras a cazar no hay ningun problema-
me acerce al oido de Selene...
-de verdad tengo ganas de ir de compras tambien...ajjajaja-
-necesito un auto...y bueno tambien una opinion...-

-Cuando quieras Zafrina, te acompaño encantada -dije sonriente y miré a Armus-. Estoy segura de que tú también vendrás, ¿no?

Me crucé de brazos viendo a los tres vampiros. Reí cuando escuché a Selene. Así que de veras quería ir a Egipto... Lo último que había escuchado sobre Egipto era que allí vivía Elizabeth McBeth. No la conocía pero tenía intención de presentarme cuanto antes. Ella había sido amiga de mi hermana y todos los que hicieron feliz a ella merecían todo mi respeto...

-Ja! Egipto? asi es...estuve alli hace 2 años con mis hermanas, El Cairo es precioso... -
-Has estado ahi?

Empeze a andar, ya olfateando algun olor agradable...

mmmm un oso gris...
-buscando a alguien...nosotras tambien buscabamos a alguien...en ese momento necesitba la ayuda de alguien mas experimentado que yo...para poder controlar las ilusiones de mi cabeza...
Sacudi la cabeza...
-la cultura es muy rica ahi...recuerdo haber estado con unos cazadores de tumbas...en una piramide escondida...les preste mi fuerza para buscar una tumba perdida que se hallaba en el fondo de una pared falsa...
nunca me preguntaron como una mujer tan delgada y sin fuerza aparente...destruyera aquel muro antiguo que pesaba unas cuantas toneladas...-
-quizas el miedo... no lo se...-

Me senté en una de las ramas de un árbol y seguí en mi labor de deshacer los pétalos de las margaritas de mi collar.
Escuché la conversación de Selene y Zafrina, aunque no quise aportar nada. Seguía pensando en Elizabeth McBeth...

La pregunta de Selene para Zafrina me llamó la atención. Todo relacionado con los poderes de los vampiros me inquietaba. Quizá fuera por lo de mi hermana... Basta, me dije para mí misma, aquél día estaba pensando demasiado en Thais y todo lo relacionado con ella... Inspiré y despejé esos pensamientos de mi mente mientras esperaba la respuesta de Zafrina con interés.

Mmm chicas-grite de mi lugar, haciendo que capten mi atención
Por ahí se han escapado todos los animales, por nuestros digo sus bateos, ya que no pude batear nada-grite alegre poniendo una mano en el piso
Mis ojos se tildaron al sentir una presencia mas bien una manada de ciervos que estaban tomando agua hacia el norte de las chicas, mi olfato empezaba ya a captarlos y Salí corriendo hacia donde estaban los ciervos teniendo en cuenta que eran 8 ciervos, quería el mas grande, llegue corriendo hasta tal punto que los árboles no me dejaban ver, así que tuve que saltar y me fui saltando de árbol a árbol hasta encontrar un lugar semi alto, donde pudriera ver mi presa pero ellos no me sientan… estaba esperando a las chicas

Seguí a Selene y Armus rápidamente. Cuando estuve a unos metros de distancia de su posición, me subí a otro árbol bastante alto para verlos mejor. Armus se preparaba mientras Selene intentaba pasar desapercibida. Imaginé que no quería molestar ya que aquella no era su habitual forma de caza. Sonreí y me senté en una rama. Había ido a cazar hacía muy poco y no quería alimentarme todavía. De todos modos observé con detenimiento a Armus.

Yo estaba atento por los ciervos, el macho alfa era el que estaba mirando hacia todos lados, seguro que era el, ya que nunca perdió la vista a los otros ciervos… al tocar el árbol con la mano, empecé a sentir como una manada de venados se acercaban
Tendremos que esperar-susurre por debajo de mi hombro, yo ya empezaba a saborear mi victima, sacando mi lengua para afuera de mi boca y pasándolas por mis labio, también lo hacia para causarle gracia a Selene y Rinoa que eran a las dos que veía… poco a poco los cuervos se fueron dejándole lugar a los venados.
Puse una poción de ataque muy común moviendo mi pie derecho primero, salte cerca del primer venado, el mas grande, seguro que era el que guiaba a la manada.
Estuve solo unos 1 mts de el, el empezó a corre para escaparse, cuando levanto las patas de atrás, para formar su salto de escape, las agarre haciendo que se caiga y busque su cuello en una velocidad, empecé a sentir esa sangre, ese rico olor, que me saciaba
A los segundo vi como los venados empezaban a correr de miedo

Observé con atención a Armus. Su forma de cazar era muy similar a la mía. Eché una ojeada a Selene, que era la única que no cazaba de aquél modo. Pensé en su manera de cazar, nunca la había visto aunque tampoco lo deseaba demasiado. Lo que ella les hacia a los humanos a mí no me gustaba para nada... Y aunque Armus y yo hacíamos lo mismo con los animales no dejaba de ser diferente.

Vi como la mayoría de los animales echaban a correr. No me apetecía ninguno, así que ni siquiera me moví del árbol. Apoyé mi cabeza en el hombro de Selene sin dejar de mirar a Armus.

Al ver que todos se había escapado, y que solo veía uno, salte contra el que quedaba en pie o el que se animo a quedarse partiéndole el cuello del pobre venado con una patada
dale Selene y Rinoa se tiene que alimentar-grite- ya no habrá mas animales en la zona por unos días

Vi con toda naturalidad como Armus destrozaba al animal.

-Tranquilo, más allá siempre hay animales que viven en manadas y se asientan por aquí... -murmuré en un susurro aunque supe que él podría escucharme.

Me removí un poco en la rama donde estábamos sentadas Selene y yo al olfatear los restos de sangre que quedaban en el animal. Una parte de mi quería lanzarse hacia allí pero pude controlarme. Eran demasiados años viviendo en bosques cerca de mataderos.