De vuelta con Heidi.

Recuerdo del primer mensaje :

En esas pocas horas, mi vida habia dado un enorme giro, que me redirigia hacia una mujer, mas bien, vampiro.
Heidi...porque ella? Porque habia logrado abrir mi curo escudo contra todo, como pudo con mi actitud cerrada? No entendia como podia, pero lo hacia. Y el contacto con ella era como una droga, se sentia tan calido como si de un humano se tratase, y eso me cautivaba de forma exaltante.

Llegamos a la mansion, aun tomados de la mano. Intentaba cambiar mi expresion seria pero al fin y al cabo, terminaba sonriendo de forma algo estupida cada vez que observaba el hermoso rostro de la muchacha.
Dentro de la mansion no parecia haber nadie, pues nadie escucho que entrabamos.
Aun en la puerta me pare, mirando a Heidi.

Que quieres hacer?

Pregunte curioso, teniamos toda la eternidad para estar juntos y tiempo de sobra para realizar las actividades que ella quisiese.

Mire a un lado algo pensativo de forma comica, riendo al escuchar su retorica pregunta de respuesta obvia en cuanto ella y yo sabiamos perfectamente.
Por lo que la mire algo dudoso, esperando que su reaccion no fuese de enojo, pues entonces se habria mal interpretado mi "confesion".

No lo creo.

Afirme mientras le dedicaba una amplia sonrisa de forma que entendiera la complicidad de mis palabras.

-Supongo que debo creerte –musite aunando mi sonrisa a la suya, de cierta forma me gustaban las reacciones de Félix; eran, totalmente sorpresivas, sin duda alguna el era diferente a lo que había creído todo el tiempo y me agradaba poder descubrirlo. –Pero, no descansare hasta averiguar quién ese esa chica –sabia que se refería a mí, aunque era divertido fingir que no me daba cuenta.

Volvi a reir divertido de sus palabras, no importaba que gesto hiciera, Heidi siempre se veia linda a mis ojos, por lo que le respondi, siguiendo su juego de ignorancia sobre la chica en quien me interesaba.

Pues, ya lo averiguaras, Linda...y espero no te molestes conmigo.

De repente la broma toco un aspecto en el cual no parecia haber nada de gracioso...
Es que no quiero compartirte
Me confeso Hedi, con un tono de voz algo apagado, talvez de preocupacion.
Entonces mi sonrisa se borro casi automaticamente, y me quede sin palabra alguna.

Solo di un paso al frente con el cual procedi a abrazarla con fuerza y delicadeza para no lastimarla.
Oculte mi rostro levemente en el hombro de Heidi, y suspire profundamente intentando no deprimirme, por algun motivo esa confesion lleno de miedo mi corazon, como si yo estuviera en el lugar que ella se imaginaba estar.
Por lo que con el suspiro, tome fuerzas para poder hablar, musitando casi para mi mismo:

Eso no pasara.

Note su silencio dudoso, a ella tambien le habia dolido tanto esa hipotetica situacion?
No logro comprender el porque pero si solo el imaginarlo generaba ese apresion en nuestros pechos, el que sucediese, podria llegar a ser mortal...acaso estabamos pasando por una situacion humana? incluso aun cuando se trataba de vampiros?

Ese sentimiento extraño que solo aparece cuando de Heidi se trata volvio a apoderarse de mi cuerpo, abrazandola aun mas, apegando su cuerpo al mio con algo de necesidad.

Los escasos segundos no pasaban mas, se convertian en largos momentos de silencio profundo y total, intentando comprender que pasaba por su mente, pero obviamente no tenia idea alguna de que se trataba.

El tono de prerrgativa se apodero de su suave hilo de voz, el cual se aventuro a pedirme que le prometiera mi lealtad...
Que mujer mas ingenua, acaso no se habia dado cuenta que, incluso a esa altura temprana, ya era dueña completa de mi y no necesita de promesa alguna asegurandole mi amor solo a ella.

Aun asi le conteste, con un tono calmo y decidido, para que entonces Heidi lo supiese claramente.

Lo prometo...Aunque no hara falta, asi sera.

Me agradecio de forma inocente, toda la situacion se volvia extrañamente comoda.
Aunque nunca habia pasado por una situacion asi, y por lo general, lo desconocido genera desconfianza, pero esta vez era diferente, no importa de que se tratase, si Heidi estaba incluida, lo hacia placentero.

Su dulce voz se apodero de mis oidos al pronunciar palabra, lo que hizo que me volteara para dedicarle la mirada, la cual se dirigia a ella con alto contenido de devocion.

Sus manos recorrieron mi rostro, acariciandolo suavemente, hasta que se detuvo en mi cabello, acariciandolo de forma que pareciera que lo peinaba y muy concentrada en ellos.
Me hubiese gustado saber que pasaba por su mente, ya que sus gestos se notaban reflecxivos.
Se mordio el labio, algo dudosa, y la curiosidad me invadio, pero ante tal gesto, solo me deje llevar por mis impulsos, los cuales no me dieron tiempo a especular.
Y sin pensarlo, la bese nuevamente...

Una vez alejados, nuevamente la cara de Heidi mostraba mil y un inquietudes las cuales no pude desifrar a ciencia cierta, pues en tales momentos se mostraba muy callada y poco abierta, seria entonces que se pareciera a mi?
Rei para mi mismo divertido de mis pensamientos, como podia ser posible que a veces segun la situacion, se cambiaran los lugares que acostumbramos a ocupar?

Finalmente, tras sonreirle de forma alegre, intente cambiar la orientacion de nuestro silencio.
Era un momento extraño, si, pero no podiamos analizarlo, por lo menos yo no, tenia miedo de que por eso se desvaneciera.

Simplemente no comprendi bien el porque y como del momento, habia tantas preguntas en mi cabeza que preferi no contestar y disfrutar del suceso...de Heidi.

Acaricie sus manos con algo de miedo de lastimarla, como si de una fragil humana se tratase, pero aun sabiendo que no lo era, su angelical rostro me inspiraba ese tipo de inocencia inasistida.

Quieres ir a la sala...? Talvez halla mas gente con quienes platicar.

Después de una larga ausencia, había decido regresar al hogar donde fue mi refugio durante años, al lado de mis hermanos y señores quienes siempre me cuidaron y a quienes gracias a mi presencia siempre se mantenían unidos.

Siempre me había concebido como la discípula más importante de mis señores pues gracias a mi carisma y a mi sola presencia los mantenía juntos… claro utilizando levemente mis poderes.

Entré a la mansión que se encontraba completamente deshabitada.

-Qué descortesía –Me decía mientras caminaba por la silenciosa sala observando cada pequeña partícula del lugar sin una sonrisa que alumbrara mi rostro.

Desde que no estaba con mi familia no había ocurrido nada interesante y ya estaba llegando al borde del colapso. Algo interesante debía de suceder o me atrevía a ir hacia otra ciudad a cometer una masacre tan limpiamente qué pensarían que fue obra de alguno de esos jóvenes que quieren asemejarse a nosotros.

Su mirada especulosa se fue desvaneciendo, probablemente por el mismo motivo por el cual mis pensamientos se vieron interrumpidos.
Una presencia se acercaba a ambos, evidentemente algun Vulturi estaba cerca y dirigiendose a la entrada.
Una vez lo suficientemente cerca pude identificar a Chelsea, la cual no conocia demasiado, a decir verdad, hasta tal momento, ni a Heidi conocia. Solo llevaba una relacion estrecha con Demetri, amigo de toda la vida, diria un humano.

Por un momento, un escalofrio recorrio mi espalda, y nuevamente pensamientos atormentantes se apoderaban de mi.
Ahora tendria la fuerza para no sobre actuar a la vista de los demas? Podria ignorar lo que los demas Vulturi pensaran?
Debia hacerlo, no por obligacion, si no por Heidi, ya que ella me daba la fuerza para muchas otras cosas importantes, por que el solo hecho de su existencia le habia dado un significado nuevo a todo lo que en estos siglos de vida conoci.

Mi mano estrecharon un poco mas fuerte las de Heidi, asintiendo a su invitacion con la cabeza y en silencio, no podia ser tan malo...

Un dulce aroma comenzaba a aproximarse hacia donde me encontraba lo que me hizo girarme hacía esa dirección. A la distancia pude apreciar una figura masculina, agraciada como era obvio, que era acompañada por una figura más curvilínea y de menor estatura, hermosa de igual manera.
Con un grácil movimiento giré mi cuerpo colocando frente a ellos, aún sin sonreír me acerqué a aquellos dos individuos a quienes observé silenciosamente bajando mi vista hacia el enlace que los hacía permanecer juntos.
-“Sería TAN sencillo separarlos si quisiera” - Esbocé una risa de sarcasmo sin mencionar palabra mientras regresaba mi mirada a sus níveos rostros alzando quizás un poco más el mentón de lo necesario, sólo para permanecer con el porte que una Vulturi debería tener.
-Bienvenidos – Saludé mientras estrechaba las manos de Felix de quien hacía tiempo que no tenía noticias.
Mis ojos rojizos se dirigieron sin expresión alguna a los de Heidi quien valerosa me regresaba altiva la mirada.
-Heidi – Saludé con un leve atisbo de emoción que desgraciadamente se había escapado de mi dominio.
Observé de reojo a Felix esperando que no se hubiera dado cuenta de eso pues, quería mantener en lo alto la reputación pulcra de nuestra familia.
-Espero que pronto nos reunamos para que puedas ponerme al tanto de todo lo que ha pasado…- Deposité completamente mi mirada hacia Felix – Si no te molesta, claro – Añadí regresando mi atención hacia mi amiga y hermana Heidi.

A pesar de los largos años de servicio para la familia Vulturi, lo que me convertia en uno, y los cuales me habian llevado a conocer a muchos otros vampiros, como Heidi, con la cual hoy su postura paso a un plano mas intimo, es decir, con todos mantenia un hambito estricto de trabajo, como con Chelsea, de la cual desconocia cualquier aspecto personal sobre ella...y ese solo es un ejemplo de lo que sucede con todos alli. Exeptuando a Heidi y Demetri, claro.

La actitud altiva y poco cordial en el sentido de calidez, se hacia notoria por parte de Chelsea, talvez mi presencia le incomodaba, pero en tal momento debia entonces ponerme como si entrara a trabajar, serio como acostumbro a serlo.
Miraba cada tanto a Chelsea, sin darle tanto protagonismo, ya que mi atencion no se dirigia a ella.

No solte ni por un momento los dedos entrelazados de Heidi con los mios, era lo unico, a mi parecer, que mantenia algo de conexcion implicita entre ambos, ya que nuestras palabras se veian impedidas por la presencia de un tercero.

Sonrei, intentando disimular la situacion, y me dirigi a Chelsea con la mirada de forma fugaz.
Entonces note el ahogado suspiro de Heidi, la cual evidentemente estaba preocupada por como explicar nuestra cercania fisica...y emocional si se nos es posible.
Me aferre a Heidi, esperando que aun fuera mi unico apoyo necesario para sobrellevar la situacion.

Quieren ir al living?

Ofreci con voz calma y pasiva, trasmitiendo ningun tipo de desesperacion en la voz. Auqnue sin saber ciertamente que diria al respecto, probablemente Chelsea querria una respuesta.

-“¿Al living?” – Pensé mirando inquisidoramente el rostro de Félix mientras miraba de soslayo el rostro de Heidi.

Hacía mucho tiempo que no habíamos tenido la oportunidad de conversar como tiempo atrás lo hacíamos y en cierta manera, no deseaba dejarla cerca de él ya que temía que la lastimara.

-“Lastimarla… como si eso fuera posible” – Me auto contesté al momento que les daba la espalda para comenzar a caminar en dirección hacia el living.

Heidi era para mí alguien muy importante, fue de las primeros vampiros con los que tuve real contacto además de los vulturi y llegué a tratarla como a mi propia hermana, platicábamos y todo era divertido, siempre había sido fuerte y decidida pero… por alguna extraña razón no me gustaba que bajara su guardia y definitivamente él le causaría problemas para mantenerse concentrada.

-¿Vamos? – Pregunté girando mi cuerpo lo suficiente para verlos a la cara y proseguir con mi camino, haciendo señales elegantes de que apreciaría su compañía en el living.

Al darles la espalda una sonrisa se formuló en mi rostro… Antes que él pudiera andar con ella… tendría que pasar por una rigurosa inspección…

-“Si realmente la quiere… no le molestará pasar por esto” – Pensé mientras caminaba sutilmente dando tiempo para que el tomaran la decisión correcta de irse para ser libre o de quedarse para agonizar si así yo lo deseaba. Cualquiera de las dos opciones estaban bien para mí.

Mire a Geidi, y sonrei de costado algo ironico y confieado.
Sabia que Chelsea no estaria muy contenta con esto, o que por lo menos debia ganarme su aprobacion, segun su parecer, claro.

Eso crees?

Pregunte en un tono de voz ironico en cuanto a su comentario.
Si la relacion era entre Heidi y yo, no debia interponerse nadie mas, a decir verdad no me interesa lo que su amiga o otros piensen, pero debia dejarle eso claro, de buena manera, obvio.

Entonces mire a Chelsea durante unos segundos. No sabia bien que estaba pensando la muchacha, pero se veia decidida a hacerme la vida imposible, y yo no iba a permitir que arruine mis momentos con Heidi. Para eso si me pondria firma, y tan serio como fuese necesario.
Estreche mi mano con la de Heidi, y le dedique la mirada nuevamente.

Confias en mi?