Buscando a Franco Sileoni (Noah, Rinoa y Franco)

Finalmente había logrado que Marla me dijera donde se encontraba su gran amor, así que decidí ir en su busqueda. Quizás ella no estuviera de acuerdo, pero yo tenía que conocerlo. Rinoa me acompañaba en la busqueda, veniamos ambos montados en mi moto. Habiamos tardado unas pocas horas, cuando llegamos a París, estacioné la moto en un lugar seguro y comenzamos a caminar por las calles de la ciudad, ya era de noche por suerte.



-Rinoa, ¿sabes como encontrarlo?- Reí, yo no tenía idea. Ni siquiera sabía como era, podría haber echo un retrato hablado, pero Marla se negó a darme caracteristicas.

-¿Selene? acaso lo conoce?- Pregunté incredulo. Bien, teniamos que pensar la forma de encontrarlo por nosotros mismos, pensé que si sabía que Marla era vámpira, nos identificaría. Así que se me ocurrió una idea -Ya se! Usa tus encantos, de alguna forma llamaras la atención del él... despues de todo es humano, y a parte sabe de nuestra existencia- Sonreir al pensar en aquello

Reí ante el comentario de Rinoa, pero tenía razón. Comencé a caminar tranquilamente por las calles de Paris, los hombres al pasar se quedaban anonados mirando a Rinoa, de una u otra forma llamaba la atención. La miré sonriendo. -¿Segura que no has hecho nada?- reí por lo bajo. -A ver... pensemos. Franco es un humano, que estudia arquitectura ¿Donde podría estar un estudiante de arquitectura en Francia?-

En alguna universidad, museo... una sonrisa se apoderó de mi rostro -Si, busquemolo en un museo ¿conoces alguno?-

-¿Y Selene estara en la ciudad? ¿Tienes alguna forma de contactarla?- La miré preocupado cuando me dijo que le daba miedo, me sentí raro... pero sonreí al escuchar que era igual a Marla -Todo lo que soy se lo debo a ella... en parte por eso busco a Franco- Bajé la mirada.

Rinoa comenzó una frase que nunca terminó, de pronto comenzó a correr en dirección opuesta a la que nos encontrabamos, la seguí, los humanos no paraban de mirarla al escucharla. Llegó hasta Selene, sonreí, ahora todo sería mas facil.

Saludé a Selene, realmente había caido como anillo al dedo, reí por eso -Lo mismo digo Selene- Miré a Rinoa, esperando que le explicara a Selene el porque estabamos en París.

Ví a Rinoa entrar en la tienda, suspiré. Se suponía venía a ayudarme. -No, no quiero llevarlo a la fuerza. Mas forzada estará Marla a verlo, no creo que el se niege, o al menos eso espero- Me encongí de hombros -¿Sabes donde encontrarlo?-