Practicando con las motos de agua (Jerik, Noah y Thais)

Sujeté con mi mano derecha la cápsula que me había entregado Noah y seguí andando. Habíamos entrado en la reserva de la Push y faltaban escasos metros para poder divisar la playa.

-Es allí -le indiqué a Noah cuando pudimos ver la extensa playa. Era realmente hermosa.

Llegamos a la orilla y me senté en la arena. Me quité la mochila y la dejé junto a mí mientras observaba las olas.

-¿Esperamos a Jerik? -le pregunté a Noah.

No pude evitar sonreír al verle tan feliz de estar allí. Le observé cómo hacía fotos al paisaje.

-No sabía que te gustara la playa, yo te hacía más de montaña -bromeé, y me tumbé en la arena mientras observaba el cielo. De vez en cuando pasaba alguna gaviota.

Aun tumbada en la arena, miré hacia el camino por donde habíamos venido. Jerik no llegaba. ¿Donde estaría...?

Escuché el comentario de Noah y miré hacia donde me señalaba.

-¿Tú crees? -le pregunté dudando seriamente de que aquello pareciera un elefante-. A mí me recuerda a tu cámara de fotos, me tienes traumada con tanta fotografía -bromeé mientras reía. Últimamente reía demasiado.

-Vale, lo admito, tu cámara de fotos es mas linda que esa nube -le dije.

Lo observé mientras formaba una silueta en la arena mientras movía los brazos y las piernas.

-Creía que eso se hacía en la nieve -reí.

-Me sabe mal por Jerik...pero que hubiera venido antes -asentí con la cabeza mientras me levantaba, preparada para usar las motos-. Sigue estando el problema de que no sé montar, Noah... -murmuré.

Como iba descalza (raras veces me ponía zapatos) solamente corrí hacia el mar. El contacto con el agua fue normal, ya que estábamos casi a la misma temperatura. Quizá demasiado fría para un humano.

Cuando llegué junto a Noah ya estaba subido en la moto. Me subí detrás de él y observé la parte de delante donde tenía el manillar y demás para manejarla.

-Ves con cuidado -le advertí con una sonrisa.

Me agarré a su cintura mientras la moto comenzaba a acelerar rápidamente. Cuando chocó contra una ola, lo que provocó que la moto diera un gran salto, ahogué un grito y cerré los ojos.

Vi que Noah había parado al oírme gritar, así que me tapé la cara y comencé a reír.

-Sí, sí, perfectamente...lo siento... -seguí riendo, invitándole a que moviera la moto. Me quité las manos de la cara y me volví a agarrar a él para no caerme.

Noté que Noah había aumentado la velocidad. Una suave brisa hacía remover mi vestido. Sujetada por un brazo a Noah, extendí el otro hacia el agua y rocé con la yema de los dedos el agua salada.

-Si estuviera Jerik podríamos hacer una carrera -dije mientras gritaba un poco para que Noah me escuchara.

Dudé un segundo. Miré el volante y luego a Noah.

-No me responsabilizo de los daños causados -le dije aguantando la risa.

Miré dubitativa al volante de la moto. Lo agarré y aceleré la moto poco a poco. Avanzamos unos metros y poco a poco fui aumentando la velocidad...
En un descuido, la moto giró demasiado rápido y volcó hacia la derecha. Ahogué un grito y Noah y yo caímos de golpe al agua, dejando la moto boca abajo. Me hundí un poco en el agua y luego buceé hacia la superficie.

-¡Mierda! -exclamé cuando llegué fuera del agua mientras buscaba a Noah, aunque aguantaba la risa.

Rodé los ojos cuando vi que intentaba asustarme. Le salpiqué con un poco de agua y me dirigí hacia la moto.

-Ayúdame a volverla a poner bien -le pedí ya que en aquél momento la moto se encontraba tumbada de lado.

-Ni loca -admití. Luego reí al ver la cara entre asustado y divertido que ponía-. Pero creo que deberíamos volver, ¿no? ¿O prefieres quedarte aquí en medio del mar?

Agarré con la mano un alga que tenía Noah en el brazo y la lancé lejos.