Conociendo el lugar [Libre]

Estaba paseando por el bosque con una campera de abrigo y las manos dentro de los bolsillos.

Como no tenía ni a mis padres, ni a mi hermana, me había levantado demasiado tarde, sorprendido por la tranquilidad que había en la casa. Al abrir las ventanas y ver que llovía me dispuse a ver un poco de televisión, pero apenas terminó de llover y decidí que podía salir sin peligro de enfermarme, me metí dentro de la campera y salí a hacer un recorrido por el bosque. La casa que había heredado de mi abuela tenía un amplio jardín, que seguía tan arreglado y hermoso como cuando ella vivía allí y lo cuidaba día a día, y detrás de aquel jardín se encontraba el bosque. De niño nunca me habían dejado ir por miedo a que me perdiera, pero ya era grande y tenía buena orientación.

Me adentré cada vez más dentro del bosque siempre mirando hacia atrás y recordando el camino en mi mente una y otra vez para no olvidarlo. Observé una roca a lo lejos y me senté en ella para admirar el paisaje. El día nublado le daba al bosque un aspecto terrorífico que me divertía en vez de asustarme. Sonreí y seguí observando el lugar disfrutando de la calma que sólo había allí.

Oli a un humano...que podria estar haciendo aqui?.
camine lento hacia a el y le susurre al oido...

-te gusta el bosque?-

De repente sentí que alguien me susurraba algo al oído y un aliento frío en el cuello. Me asusté y me paré de golpe dándome vuelta. El corazón me latía rápido por la adrenalina que el susto me había producido.
Observé al que me había asustado, era una mujer hermosa, como las otras dos chicas que me había cruzado en el pueblo ¿Acaso acá todas las mujeres eran así? Me pregunté sin salir de mi asombro.

Me asustaste. Si, me encanta el bosque, es calmado le respondí y seguí observándola.

Lo que más me llamaba la atención era de dónde había salido aquella mujer, no la había escuchado acercarse ni pisar alguna de todas las ramas y ojas del lugar.

-ooops..perdon...no fue mi intension.-Le dije impresionada

-cierto...es hermoso...y mejor aún despues de la lluvia.-dije mientras me sentaba a su lado y le dedicaba una sonrisa.

-como te llamas?-

No había terminado de salir de mi asombro cuando volvía a asombrarme. Estaba acostumbrado a la ciudad, donde la gente no hablaba con cualquiera que encontrara en el camino, y menos en un bosque con aspecto terrorífico, y aquí todo el mundo hablaba con todo el mundo, como cuando empezabas en un nuevo instituto y hablabas con tus nuevos compañeros.

Anthony Reaser ¿y tú? le pregunté devolviéndole la sonrisa e intentando relajarme.

Sabía que allí no era como en la ciudad, no había locos intentando robarte o algo por el estilo todo el tiempo, en un pueblo tan pequeño se conocían todos. Necesitaría tiempo para poder adaptarme a eso.

Me rei cuando se asombro de nuevo...
-mucho gusto Anthony, me llamo Zafrina...-
lo mire detenidamente por unos segundos...

-veo que no eres de por aqui, como yo....-

Miré como me observaba y sonreí cuando supuso que no era de por allí. ¿Tan obvio resultaba? Genial, nunca podría pasar desapercibido en aquel pueblo. Me reí.

Tienes razón, no soy de por aquí, estoy...disfrutando de unas vacaciones solo, por así decirlo comenté y sonreí mirándola.

Es cierto, tampoco pareces de por aquí ¿de dónde eres? pregunté al notar que una muchacha como ella no encajaba en un pueblo así. Igual que había sucedido con Anne y su amiga. Al parecer, Forks se había vuelto un lugar famoso para vacacionar.

Rei
-asi es...vengo del Amazonas...-
-pero en comparación tuya...ya me asente en este hermoso lugar..-
-ya tengo mi casa en Forks...-

Bien, y luego no querían que me sorprenda. Estaba seguro que parecía un turista estúpido asombrándose de cada cosa nueva que encontraba.

¿Del amazonas? pregunté sin poder creérmelo.

Miré hacia atrás donde sabía que estaba mi nuevo hogar temporario, aunque en ese momoento no podía verse por todos los árboles que habían allí.

Yo apenas estoy asentándome, pero también tengo un hogar, en realidad, era de mi abuela expliqué volviendo a mirarla.

-abuela...-susurre...

-mmmm...-
-y de donde vienes?...de alguna ciudad supongo...-le dije mirando sus ojos que me parecieron muy bellos....mostraban....no se...
Me quede pensando...

Miré sus ojos un momento. Eran como los de Anne, sólo que estos tenían un intenso dolor dorado, pero atrapaban también. Me llamaban a acercarme más.

Soy de Los Ángeles, California, si no lo conoces al menos seguro lo has escuchado nombrar le respondí con una sonrisa y desvié mi mirada para observar el bosque nuevamente.

-si!...si estado ahi...es hermoso...pero solo lo conozco de noche...-sonrei
El me miraba muy atentamente acaso....habria conocido a alguien como yo antes?

Sonreí y recordé Los Ángeles por la noche. Era demasiado obvio que lo hubiese conocido por la noche ya que Los Ángeles era más famoso por sus boliches y bares que por otra cosa.

Lo imaginé, la mayoría de personas sólo van a Los Ángeles para verlo de noche, supongo que es una ventaja ya que de día es como una ciudad normal y pocos pueden apreciar realmente la belleza que tiene respondí recordando como una vez había venido a visitar una tía lejana y la ciudad de día le había parecido asquerosa, a veces creía que yo era el único que podía encontrarle cosas lindas y rescatables a cada lugar del mundo.

Me reí un poco con su comentario, era obvio que no sabia lo que realmente era.
Eso me hizo sentirme un poco más relajada..todos los humanos que habia conocido hasta entonces, ya sabian lo que yo...

En fin..me pareció un chico interesante asi que seguí hablandole con una sonrisa en los labrios.
-la verdad, es que de día no me gusta andar mucho..-le confese

Por alguna razón, ese comentario no me asombró. Encajaba perfectamente en la noche o en los bosques en un día nublado, pero no parecía encajar en un campo a pleno sol, o como una turista viendo lugares famosos bajo el brillante sol de Los Ángeles.

En cierta forma... lo imaginé le contesté y sonreí de lado mirando el suelo y pateando suavemente una piedra que había allí. Estaba parado con los brazos hacia atrás y apoyados en la roca para sostener el peso de mi cuerpo, era una posición muy cómoda.

Claro, mi aspecto decia mucho de lo que era y como me desenvolvia en la vida..

-ah si?-disimule estar asombrada..
Miraba el suelo y yo lo buscaba con la mirada..

-te sientes incómodo...si quieres me voy...-

Sentí como me buscaba con la mirada y levanté la vista para mirarla fijamente. Puse los ojos en blanco y sonreí.

No estoy intimidado, sólo relajado respondí y de un salto me senté en la roca.

-OH!..bueno...-
Quise cambiar el tema, pero yo era la que estaba un poco nerviosa..

-dime, tienes novia?...-le pregunte mirandole a los ojos

La miré sentado desde la roca. Había cambiado de tema muy abrúptamente y no tenía ni idea de por qué era.

No, y dudo que llegue a tenerla alguna vez le contesté y le sonreí.

-mmmm..vamos....-le dije tomandole el brazo...
-ya aparecerá alguna chica...-
Porque habra dicho eso? acaso habia tenido malas experiencias igual que yo...aun asi no quise preguntar...

Sonreí. Sabía que no lo entendería, nadie nunca entendía cuando explicaba eso pero no me importaba, era una decisión que ya tenía tomada.

No es eso, es que nunca podré tener una novia o pareja, mucho menos una esposa, dudo que pueda llegar a formar una familia. Quiero un trabajo para el cual tengo que renunciar a mi vida social, por así decirlo expliqué y la miré.

Me sorprendi por lo que dijo...no mentía, lo veía en sus ojos...
-dime, si no te importa, claro..-
-que clase de trabajo?-

Dudé un segundo sobre si decirlo o no, no tenía ni idea de lo que pensaría, le parecería estúpido que renuncie a mi vida social por eso.

Quiero ser neurocirujano confesé y clavé mi vista en sus ojos.

Me sorprendió su respuesta..
-mmm..pero no es necesario que dejes de lado esa parte de tu vida...-No podia entender como renunciaría asi, al sentimiento más importante que habia en la vida...
A mi me hubiera gustado ser humana..y ser capaz de amar..
Recorde mi vida..cuando era humana. Habia sido una arquitecta muy solicitada en Londres...y tenia poco tiempo para mi vida social..pero aun así no la habia dejado de lado.

Puse los ojos en blanco, no lo entendía, igual que todos los demás. A veces sentía que era el único que podía verlo de esa forma.

En realidad, si, tengo que dejarla de lado. Mi padre y mi madre son médicos, crecí dentro de un hospital, no quiero eso para un hijo mío porque yo pasé por eso. Trabajaré días enteros si es necesario con tal de ser bueno, porque si no soy bueno no me interesa ser doctor. Pongámolos de esta forma, daré esa pequeña parte de mi vida, para salvar toda una vida de otra persona, para que muchos otros puedan tener esa parte le respondí esperando que comprendiera.