Cementerio de Volterra

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Caminaba entre las lapidas, deteniendome en la que era la mia, que mentira, ni siquiera muerta estaba. Pero ahora se sabia la verdad, al menos parte de ella. Suspire, habian matado a la Dulce Didyme, la que quedo era una llena de rencor y rabia, queria venganza, segui mi camino entre las lapidas.

A todo vampiro le llega la hora de agobiarle la idea de la inmortalidad,
de tal forma que se acuesta a esperar que de forma milagrosa su muerte llegue,despues de largo tiempo
en un estado de estupor,mis ojos se abrieron...
mire mi ''tumba'' o la del cadaver que saque la vez que decidi entrar en este estado,era de piedra y de aspecto real *sonrei ante tal idea*
¿Y mis capacidades mentales?¿habian crecideo?¿seguiria controlandolas?
y esto carecia de importancia dado que mi sed inundaba mi garganta,un elocuente rugido escapo por mis vias respiratorias,mientras movia la parte de arriba de la lapida esta cayo dando un gran golpe contra el suelo.

Me di la vuelta al mirar una tumba abrirse, contuve una sonrisa, me habia jurado no volver a sonreir jamas, me acerque a la tumba y mire a la vampira que se encontraba dentro, le mire

-¿Que? ¿Tambien a ti te dieron por muerta y te encerraron?- Le pregunte con ironia en la voz

Me rei, pero de una forma sombria, nada comparado a la risa de antes

-¿Tanto lio te causa la inmortalidad? Pero, al menos tienes suerte y tu te diste por muerta sola, todo lo contrario en mi caso- dije con una voz sombria