Caminando por el bosque...

Había estado caminando por el Bosque desde el momento en que dejé solos a Rinoa y David, sin duda eran unos buenos muchachos. Me daba pena el despedirme de Rinoa, las despedidas siempre me saben mal. A pesar de que era la historia de mi vida nunca me acostumbraría a ellas. Instantaneamente me vino a la mente el recuerdo de aquel día cuando lo dejé, me sacudí la cabeza esperando borrar el recuerdo y sin darme cuenta tropeze con una rama, mi naturaleza distraida actuaba de nuevo. Sin nada mas que hacer me quedé tendida sobre la húmeda hierba, observando los rayos de sol que asomaban por la copa de los árboles.

-En sintesis, yo tampoco tuve una... - note que me miraba fijamente, tal vez tratando de utilizar su don, algo de ello me habia contado Rinoa. No podía dejar de sentirme expectante al saber, que algo podía ver en mí... Pensé en que uno de ellos ya no estaría en lo que tal vez ella viera. Sonreí, intentando no preocuparla y volvi a comentar -¿Tu conoces Forks? porque la verdad yo, de este bosque no he salido... - Tal vez ella podría ayudarme con mi busqueda -Quizás tu puedes ayudarme a encontrarlo...- Bajé la mirada, pensé en que él no quiere que lo encuentre. Recordé sus últimas palabras. Suspiré.

Sonreí a ver el tono verde en sus ojos, supuse que había visto algo. Me alegró oir su respuesta y sentí que debía contarle.

Me paré del lugar donde estaba sentada y me dirigí hacia un lugar donde ella no pudiera ver la tristeza en mis ojos. Desde ahí comence a contarle...

Suspiré y comencé... -Cuando me vi en lo que me había convertido, comence a vagar por el mundo. Pero cada tanto que podía, visitaba la casa de mi familia. Tenía un hermano, sabes.- Miré al cielo mientras lo recordaba -Teníamos una estrecha relación, siempre nos apoyabamos cuando nadie mas lo hacía, a pesar de que el tenía solo 7 años cuando yo me volvi lo que ahora soy- Volví a suspirar, la parte que venía era la que menos me gustaba recordar... -Volví a verlo cuando cumplió los 18 años, observaba la celebración desde fuera, claro. Quería estar con ellos, pero no se porqué me aleje de ahi... cuando de repente siento que estan atacando la casa. Una bomba cayó sobre ella. Mi padre era militar, los conflictos de guerra aún continuaban. Llegué demasiado tarde para ayudar a mis padres, pero pude ver que mi hermano, a pesar de estar malherido seguía con vida... me reconoció cuando me acerqué a el- La tristeza se podía ver en mi rostro, si hubiera podido llorar de seguro unas lágrimas lo bañarían. -En un momento de desesperación, pero guiada por el amor que sentía hacia mi hermano... decidi convertirlo... es a él a quien busco.- Concluí mi historia.

Me volteé y la miré a los ojos -Es igual, sé que de no haber sido por eso el estaría muerto, pero eso no me hace sentir mejor... - No se porqué, pero quise decirselo -Lo condené a una vida que quizás el no hubiera elegido, ahora huye de mí... he pasado 50 años buscandolo y no doy con él- Debía controlarme, ante todo no quería asustarla... -Es a la única persona que he convertido, y no habrá otra. Es una promesa-

No pude evitar sentirme mejor al oirla, no sabía por que, pero confiaba en lo que decía. -Espero que asi sea-

-Si, lo he pensado. Pero no me convence nada de lo que pienso. Sólo espero verlo y hablar- Me sentía mejor ahora que le contaba a alguién lo que me había traido a Forks, intenté sonreír y lo logré -Gracias- le susurré a Thais

Noté que estaba inquienta. Sin pensarlo pregunté -¿Te ocurré algo?-

Sentí el viento volver hacia nosotras, me traía consigo el aroma que sentí hace días estando con Rinoa, sin duda aquella vampira seguía alli. No entendía porque se escondía, bueno quizas si, mas bien no me gustaba... Reí al recordar que yo hacía lo mismo. Miré a Thais y luego miré hacia los árboles, quizas ella podría ver algo... sin pensarlo articule palabra.

-¿Quién esta alli?-

Ví a una vampira morena salir de entre los matorrales y decir yo!. Me causó gracia su presentación y reí por lo bajo, al menos eran mejores que las mías. Decidí acercarme a saludarla y me presenté -Hola, ¿Que tal? Soy Marla Matthews- Observé a Thais que desconfiada aguardaba detrás mío, ví que entrecerraba los ojos. -Thais, tranquila.-

Observé como Thais hablaba con aquella chica, asi que se llamaba Dapnhe, note como Thais desconfiaba de ella. Pero a mi no me daba mala espina, mas bien me parecía graciosa. Sobre todo la forma en que se presentó. Aún reia por eso .

-Thais, tragarmelo del todo, pues no. Pero, ¿Crees que alguién que osa presentarse asi sea peligroso?- Reí guiñendole el ojo a Thais, quería que se tranquilizara... observé a Dapnhe.

-Es cierto, ¿Has estado oyendo nuestra conversación? Si es asi, espero que olvides lo que dije. No me gusta que sepan de mi sin haberlo contado yo misma- La miré de reojo y voltee para sentarme en el árbol que ya se había vuelto mi silla favorita. -Así que vienes huyendo de alguién, eso me recuerda a una persona- reí -Y vienes de Brazil, nunca he estado alli... ¿Se está bien por alla?- Quería saber más sobre ella, pero a la vez quería darle seguridad a Thais.