Cazando por diversión (Sólo Lillith y Anne)

Estaba saltando entre unas rocas cuando vi a un humano que me miraba. Estaba asombrado por el brillo que desprendía mi cuerpo debido al sol. Era lindo para ser humano, tenía el cabello negro y alborotado y ojos verdes y penetrantes, su físico era similar al de un nadador profesional y me llevaba media cabeza de altura. Muy pocas veces había sol en Forks pero ese día era extrañamente soleado, se veían solamente un par de nubes en el cielo.
Salté de una roca y aparecí al lado del muchacho que se habia quedado hipnotizado conmigo. No estaba hambrienta pero podía jugar con él un rato.
-No es bueno que estés aquí- le susurré y sonreí seductoramente. El muchacho me devolvió la sonrisa, divertido, y se acercó unos pasos a mi.
-No me importa que sea bueno, tú estás aquí- me dijo. Largué una carcajada y acaricié suavemente su cara.
-Estás jugando con fuego niño, soy peligrosa- le dije mientras pegaba mi cuerpo al de él y sentía como se estremecía por el contacto frio. Pasó sus brazos por mi cintura y se acercó a mi oido.
-No me importa quemarme, y no te tengo miedo- susurró en mi oído y besó mi cuello. Sonreí y lo besé suavemente en los labios. Bajé por su barbilla hasta llegar al cuello y lo mordí. El chico chilló de dolor y me soltó. Terminé con él en unos segundos y lo dejé tirado en el suelo.
-Dijiste que no te importaba quemarte- le dije al cuerpo que yacía en piso y le quité el cinturon de tachas para ponérmelo a mi. También le quité unas pulseras de tachas para usarlas. Me senté al lado del cuerpo y sonreí satisfecha.

MHM, olor a sangre pura. Corri rapidamente hacia el olor, era fuerte y reciente. Otro olor estaba en el aire, olor a vampiro. Que desgracia, bueno ire a ver si quiere compartir.
Me acerque un poco más y pude escuchar pensamientos claros y coherentes, para nada absorvidos por la sed. Cuando me acerque más pude ver a una chica, con las ropas un poco rotas, sentada observando como un chico, realmente lindo, se retorcia por el dolor que le producia la ponzoña.
Cuando llegue al prado, ella me miraba con ojos prevenidos, pero ni la mire. Me dedique a mirar al pobre humano que se retorcia a mis pies; Ojos verdes, cuerpo muy bien cuidado. Me hizo recordar a Anthony, pero no deje que su recuerdo me invadiera, no era momento para "intentar" llorar.
- Es una verdadera pena que se desperdicie tanta sangre fresca, ¿no?- le dije.Sin mirarla

Sonreí.
-Cierto, tiene un aire muy parecido a Anthony por lo que veo- dije viendo el recuerdo de aquella persona en su mente. Me acerqué al humano que se retorcía en el suelo y sin decir nada comencé a beber su sangre. Me cansé a los pocos segundos, estaba llena y no tenía sed. Con mi uña corté su cuello para acabar con su vida y su sangre comenzó a salir a borbotones. Miré a la vampiresa que estaba allí.
-No comparto a mis víctimas- le dije con una sonrisa.

Me quede un poco helada, solo un poco.
- Que egoista- le dije como quien no quiere la cosa y me rei.- Nisiquiera tienes hambre,pero de acuerdo.
¿Cómo te llamas? pensé, sabía que ella podía oirme.

Lillith Raven le dije en mi mente sabiendo que ella también me oiría.
-Lo que haga o deje de hacer con mi comida es problema mío, igual de si soy o no soy egoísta. Además, creo que no me conoces como para aventurar eso- le respondí en voz alta de mala gana y volví a saltar entre las rocas hasta sentarme en una de mayor tamaño.
¿Y tu nombre? le pregunté en mi mente sonriendo de costado.

Anne Maundrel pensé.
- Tu aura lo dice, además puedo ver tus recuerdos- me miro con cara de poquer y le sonrei torcidamente- ¿estas sola, Madamme Lilith? - me reí. Mi humor estaba por los cielos ese día.

Largué una carcajada.
-Por supuesto, la soledad es la mejor compañia- le respondí con una sonrisa torcida sin dejar que me afectara.
-Aunque no necesito ver tu aura para saber que tú también estás sola, claro, al parecer tú no lo disfrutas tanto como yo- contraataqué y sonreí.

- Tienes razón, ¿Sabes?, me converti muy chica...- le dije mientras me sentaba a los pies de la piedra en la que ella estaba parada- Quiza no te importe, hace demasiado que estoy sola, me gustaría un poco de compañia, no viene mal de vez en cuando, ¿que piensas, LIlith?- le dije mirandole agonicamente, el recuerdo de Anthony me invadia por completo, sabía que ella tambien lo veía, pero a estas alturas no me importaba lo que pensara.

Suspiré. No necesitaba dolor en esos momentos ni recuerdos de otras personas.
-Mira, no sé quien será Anthony pero deja de pensar en él de esa forma- le dije histérica mientras me concentraba en mis propios pensamientos. Cerré los ojos para dejar de pensar en Sonne. Lo alejé de vuelta de mis recuerdos y abrí los ojos mirándola.
-No soy una buena compañia, nunca lo he sido- le dije desviando mi mirada y mirando hacia otro lado.

- Bueno si vamos al caso, tu tampoco dejas de pensar en Sonne, además, estoy intentando evitarlo,¿Sabes?. Podrías ser un poco más alegre, no todo es matar, Lilith. - Me levanta y me puse en frente de ella.- Pierre, otro más que anda en tu negra mente. Jamás insinue que fueses mi maldita compania- le escupí todo eso en la cara.
Me aleje unos metros de ella, en mi pecho había un grunido que quería salir, pero me calme. Dios, me hizo enojar de tal manera, dos minutos y ya ... DIOS!

Largué una carcajada sorprendida que mencionara a Pierre.
-Pierre sólo es una persona que entiende mi forma de vida, entiende que quiera matar y divertirme solamente- le dije -Además ¿para qué ser alegre? ¿Qué beneficios trae?- pregunté mientras aparecía delante de ella -Te hice enojar y ahora me odiarás, ¿No entiendes que eso buscaba? Siendo una persona irritante a nadie le caes bien, nadie se queda a tu lado, no te atas a nadie y así nadie te lastima. Yo era feliz, muy feliz y optimista, y no obtuve nada bueno, prefiero ser como soy ahora- dije entre dientes es un cara. Me giré y volví a sentarme en la roca en la que estaba antes.

- Me gusta divertirme, me gusta matar, me gusta hacer lio por los pueblos. Me gusta tooooooooooooodo eso. Pero hay otras cosas que hacer, además de divertirse haciendo eso. Sonne te habra lastimado, pero nadie tiene la culpa de eso, ¿sabes?- le dije lo más tranquilamente que pude- mira... te contare una historia que te parecera muy interesante- me sente enfrente de ella y empecé a pensar en mi historia con Anthony, la cual era muy similar a la suya. Solo que su adiós fue uno definitivo.

-Sonne no me lastimo, él me quería- chillé desde la roca en la que estaba enojada. Vi la historia en su mente y me quedé callada. El silencio dominó el lugar durante unos momentos.
-El adiós de Sonne fue definitivo también, sé que no volverá- susurré y bajé la vista.

No somos tan diferentes, creo pensé.
Me acoste sobre el cesped. Anthony tambien me quería, solo que ... no se que rayos sucedio, dejemoslo ahí, antes de que te abalanses sobre mí y me mates. Deja de emanar odio , quieres?

Largué una carcajada.
-Tú y yo somos muy diferentes- dije y cerré los ojos -No puedo dejar de emanar odio, lamento que sea tan molesto para ti, pero no es algo que pueda detener- agregué y me reí levemente. Me recosté en la roca con los ojos cerrados.
-Por cierto, podría matarte sin abalanzarme sobre ti- agregué divertida es un susurro.

- Ajam, ya lo creo.- le dije, paso un rato en hermoso silencio.
¿tanto me odias? quiero decir, soy tan odiosa?

Bufé.
-No eres odiosa, yo soy odiosa, el odio que emano no es hacia ti es hacia el mi- le respondí.

Sonrei, eso no es para nada sano, aunque tengo que admitir que yo tambien lo hice, por muuuuucho tiempo.

-No me importa si es sano o no- le dije y abrí los ojos -Y ya deja de hablar con tu mente, eso significa tener que estar dentro de tu mente y tus sentimientos me entristecen- agregué algo molesta.

-¿Qué? no estas triste ya?- bufe, -además no estoy pensando en nada triste, seras vos que me investigas.