Un sitio donde descansar

Al ver la habitación me moví hacia el sofá, y empezar a ver bien la habitación, era linda pero chica
Tengo que preguntar adonde queda el instituto-dije poniendo cara de pocos amigo
Jugando con mis dedos
Sos carnívora porque te gusta o nunca probaste ser vegetariano?-le pregunte a Selene

-Aquí no ahorran en jabones... -dije saliendo del baño cargada de muchos sobres del hotel con jabón-. Quizá debería irme y dejaros acomodaros -dije aunque pensaba en voz alta.

Aaa... eres una justiciera-murmure riéndome
Yo decidí por mi cuenta volverme vegetariano, ya que me daba pena matar a la gente-confesé- y gracias a esa pena pude entrenarme musicalmente, y tengo todo el tiempo que quiera para tocar
Dejando de jugar con mis manos, acomodándome mejor en sofá
Vos ya sabes cuando te vas a ir de Forks?-pregunte por intriga

Dejé los jabones encima de una mesa y me senté en un sillón.

-Si queréis que me vaya no os cortéis, no tengo ningún problema -dije riendo-. Selene, deberías quedarte un tiempo en Forks. Es un lugar lindo para vivir, y rodeado de vampiros. ¿Verdad que sí, Armus? -le dije al vampiro para que me ayudara a convencer a Selene.

Creo que tarde o temprano te vamos a converser-me exprese riéndome
Vos dijiste que ibas a la secundaria de aca?-le pregunte a Rinoa
Esperando la repuesta me levante despacio y empecé a desempacar mis pocas cosas, me hacer que al ropero y con mucha velocidad guarde mis cosas

-Así es Armus, voy al instituto, ¿por qué lo dices? -dije tirada en el sillón-. Seguro que lo encuentras Selene, y si no siempre podemos retenerte -reí.

Me quité el collar de hojas y lo deshice con los dedos.

Al terminar de ordenar mis cosas, fui al baño y al escuchar a Rinoa
Vale, si vas me podrías indicar que comprar para empezar-grite
Me duche rápido con agua caliente, me seque y me vestí mas como con una remera manga corta de color negra y unos jeans que estaban arremangado en los pies
Me acerque donde estaban mis amigas
Tendré que presentarme en el instituto-dije a Rinoa
Y tarde o temprano vamos a conseguir una excusa que te quedes-susurre cerca de Selene
riéndome

-En realidad ni idea Armus...un par libretas, bolígrafos y esas cosas... -me hundí aún más en el sillón, me gustaba tumbarme en posiciones raras en los sitios-. En el instituto no conozco a nadie, todavía no me he encontrado con nadie...

La luz de la habitación se apagó, y se volvió a encender inmediatamente.

-Alguien no paga las facturas... -musité.

Hey recién llegamos y tenemos que pagar facturas-dije enojado
Bueno ahora tenes a un amigo en el instituto-dije a Rinoa contento
/genial tengo que ir de compras y no me gusta para nada/ puse cara de enojado cuando pensé esto
Bien creo que el viernes empezare- dije sonriendo
Queda lejos el instituto? – pregunte
Cerrando los ojos y acomodándome mas en el sillón

-Un poco para los humanos, pero no para los vampiros -bromeé mirando a Armus-. Te acompañaré si quieres.

Vi como Selene desempaquetaba sus cosas. En la calle solo se oían los coches pasar.

Gracias pero primero tengo que comprar…-no termine la palabra porque no me gustaba esa idea
Y estoy ansioso de comprarme un auto-dije y estaba ansioso ya que nunca había conducido
Por cierto es lindo este lugar-dije alegremente viendo a las dos con cara de curiosidad
Mañana como va a estar el día?-pregunte riéndome

-El tiempo de Forks siempre es nublado sin que yo haga nada -reí mirando el techo-. ¿Sabéis? Tengo ganas de ir a algún sitio... Quizá vaya a Port Angeles más tarde, no sé...

-¿Qué lees, Selene? -me llamó la atención el libro que había sacado la chica, pues que de cine no supiera nada no significaba que de lectura no. Ocupaba bastante de mi tiempo libre en leer, a pesar de que nadie lo pensaba ya que mi pasado siempre les daba a pensar que prefería el mundo de la moda al de la literatura.

-Así es, y todo lo relacionado -aseguré-. Hace un años viajaba por la zona de África de tribu en tribu donde, por cierto, acogen a cualquiera con mucho cariño. Allí contaban muchas historias a los niños, por eso me gustaba viajar y conocer distintas historias. También tenían muchísimos libros antiquísimos, eran una maravilla... -sonreí al recordarlos. Definitivamente tenía que volver a hacerles una visita, aunque me preguntaba cómo les explicaría que mi físico seguía igual que hace años.