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2009-2012 ----- ¡Estamos de vuelta! Así mismo, les recordamos que pronto habrá una limpieza de personajes inactivos, registros fantasma y fichas sin completar.
Soleado lugar, diversion a montones
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Soleado lugar, diversion a montones
Los Ángeles, una ciudad tan soleada y llena de vida, tan.. asquerosamente perfecta.. Era justo lo que necesitaba, ahi casi no habitaban vampiros, todos estaban de paso y se cuidaban demasiado de pasar desapercibidos
-Pobres idiotas.. Se pierden la mejor parte de la inmortalidad al estar con sus remilgos de niña puritana-
Masculle entre dientes, deslizandome por los callejones sombríos y oscuros, dejando que, de vez en cuando, el sol le diera de lleno a mi piel, haciendola centellear y llamando la atención de unos cuantos transeuntes, en espera del arrojado, bravo y sexy hombre que se atreviera a investigar aquel fenómeno que escapaba a su popbre comprensión del mundo "natural"..
Por fin uno se presentó, gallardo, arrogante, intercambiando bromas con un amigo igual de hermoso y apetecible.. Hum, dos victimas en una misma mañana.. Aquello seria gula.. Ja!, como si a mi me importara en lo mas minimo aquello!
-Hola caballeros.. ¿Puedo ayudarlos en algo?-
Susurre con voz suave y aterciopelada, cargada de seducción y algo de arrogancia; mi diminuta vestimenta les llamó la atención, ya que no se aprecía en nada a lo que una chica de Los Angeles usaria para ir por ahi de día
-Pero que tenemos aqui!.. Una linda damita en apuros.. y tan escasamente vestida-
Rei entre dientes, sonriendoles con coqueteria y retorciendo con inocencia el bajo de mi vestido corto y casi transparente, provocandolos con la mirada, que era la antitesis de mi actitud
-Caballeros.. lamento esto.. A decir verdad, no, no lo lamento.. Disfruten tanto como yo-
Sisee cuando se hallaban tan cerca de mi que sus aromas me mareaban, no supieron que los golpeó, murieron con la sonrisa en el rostro, creyendo que su vida era completa al sentir los labios de tan excitante mujer sobre su piel
-Agghh.. Ganado.. todos son simple ganado-
Sisee despectiva, dejando los cuerpos en el callejon a la vista de todos, perdiendome en las sombras con un paso suave y pausado, mitad indiferencia, mitad hastío
-Pobres idiotas.. Se pierden la mejor parte de la inmortalidad al estar con sus remilgos de niña puritana-
Masculle entre dientes, deslizandome por los callejones sombríos y oscuros, dejando que, de vez en cuando, el sol le diera de lleno a mi piel, haciendola centellear y llamando la atención de unos cuantos transeuntes, en espera del arrojado, bravo y sexy hombre que se atreviera a investigar aquel fenómeno que escapaba a su popbre comprensión del mundo "natural"..
Por fin uno se presentó, gallardo, arrogante, intercambiando bromas con un amigo igual de hermoso y apetecible.. Hum, dos victimas en una misma mañana.. Aquello seria gula.. Ja!, como si a mi me importara en lo mas minimo aquello!
-Hola caballeros.. ¿Puedo ayudarlos en algo?-
Susurre con voz suave y aterciopelada, cargada de seducción y algo de arrogancia; mi diminuta vestimenta les llamó la atención, ya que no se aprecía en nada a lo que una chica de Los Angeles usaria para ir por ahi de día
-Pero que tenemos aqui!.. Una linda damita en apuros.. y tan escasamente vestida-
Rei entre dientes, sonriendoles con coqueteria y retorciendo con inocencia el bajo de mi vestido corto y casi transparente, provocandolos con la mirada, que era la antitesis de mi actitud
-Caballeros.. lamento esto.. A decir verdad, no, no lo lamento.. Disfruten tanto como yo-
Sisee cuando se hallaban tan cerca de mi que sus aromas me mareaban, no supieron que los golpeó, murieron con la sonrisa en el rostro, creyendo que su vida era completa al sentir los labios de tan excitante mujer sobre su piel
-Agghh.. Ganado.. todos son simple ganado-
Sisee despectiva, dejando los cuerpos en el callejon a la vista de todos, perdiendome en las sombras con un paso suave y pausado, mitad indiferencia, mitad hastío
Zainhé Bracknell- Cantidad de envíos : 10
Edad : 40
Reputación : 2
Puntos : 857446
Re: Soleado lugar, diversion a montones
Decidí viajar fuera de Volterra antes de que comenzara volverme verdaderamente loco. En primera instancia, debía planear la muerte de esa tal Dydime, más no por el deseo de obedecer a Athenadora sino, más bien para tener algo que hacer. Cada día en la mansión Vulturi se volvía más y más hastiante. La monotonía era cosa de todos los días en aquel lugar y comenzaba a ser insoportable, haciendome sentir cada vez más como un león enjaulado. Los neófitos que Athenadora me proporcionaba ya no me resultaban suficientes; acababa con ellos como si se tratase de cosa de todos los días, como si fuese el requisito diario impuesto por el jefe de una oficina, por lo que cada vez dejaba a más con vida al permitirles huir.
Tomé el primer vuelo a los Estados Unidos, ya que pensé que era un sitio dónde los Vulturi no se habían encargado del todo de acabar con la diversión, por no decir que ya era sabido que ese país estaba lleno de criaturas de toda índole con las cuales yo podría tener un poco de diversión y, si tenía mucha suerte, podría toparme con un par de licántropos a los cuales destazar. Claro, que yo no era de los que creían en la suerte así que buscarles sería la mejor opcion de tener diversión asegurada.
Mi primera parada fue los Angeles, una ciudad llena de gente y establecimientos donde encontrar escondrijos dignos de un cazador profesional como yo, simplemente un parque de diversiones abierto para mi las veiticuatro horas del día.
Me sentí aliviado al no sentirme seguido por Athenadora durante mis horas de caza después de tantos días; por fin pude sentir la verdadera libertad que requería mi ser entero, esa libertad en la que podía dar rienda suelta a toda mi crueldad y sed de sangre sin que un montón de ancianos amargados me señalaran con el dedo amenazándome con arrancarme la cabeza. Debo admitir que diciéndolo así, puede resultar algo realemente divertido de hacer.
El olor a sangre fresca llenaba mi nariz. Una oleada de energía parece que se hubiera colado en mi cuerpo, por lo que me dispuse a caminar simplemente entre las calles, tomándome la libertad de escoger ésta ves a quien sería mi próxima víctima. De pronto, un efluvio conocido llegó a mi nariz. ¿Podría ser? ¿Despues de tantos años? Debía comprobarlo. Me colé entre la gente, empujando bruscamente de vez en cuando a quien se atreviera a cortarme el camino, buscando aquel olor que se encontraba ya a no menos de una calle de mi.
Como lo suponía, era ella, usando esas técnicas tan suyas de cacería en la que su belleza era su más letal arma. Me quedé mirando unos instantes más su modus operandi, recordando aquellos viejos tiempos en los que ambos nos divertíamos como dementes haciendo las cosas más locas que a cualquiera se le pudieran imaginar. Suspiré con nostalgia desde un rincón donde seguramente me divisaría en poco tiempo. Saqué un cigarrillo de mi saco y lo encendí. No pretendía arruinarle la caza, por lo que decidí hablarme con voz tan baja que sólo ella pudiera escucharme.
- Vaya sorpresa encontrarte en este sitio ma petit...
Tomé el primer vuelo a los Estados Unidos, ya que pensé que era un sitio dónde los Vulturi no se habían encargado del todo de acabar con la diversión, por no decir que ya era sabido que ese país estaba lleno de criaturas de toda índole con las cuales yo podría tener un poco de diversión y, si tenía mucha suerte, podría toparme con un par de licántropos a los cuales destazar. Claro, que yo no era de los que creían en la suerte así que buscarles sería la mejor opcion de tener diversión asegurada.
Mi primera parada fue los Angeles, una ciudad llena de gente y establecimientos donde encontrar escondrijos dignos de un cazador profesional como yo, simplemente un parque de diversiones abierto para mi las veiticuatro horas del día.
Me sentí aliviado al no sentirme seguido por Athenadora durante mis horas de caza después de tantos días; por fin pude sentir la verdadera libertad que requería mi ser entero, esa libertad en la que podía dar rienda suelta a toda mi crueldad y sed de sangre sin que un montón de ancianos amargados me señalaran con el dedo amenazándome con arrancarme la cabeza. Debo admitir que diciéndolo así, puede resultar algo realemente divertido de hacer.
El olor a sangre fresca llenaba mi nariz. Una oleada de energía parece que se hubiera colado en mi cuerpo, por lo que me dispuse a caminar simplemente entre las calles, tomándome la libertad de escoger ésta ves a quien sería mi próxima víctima. De pronto, un efluvio conocido llegó a mi nariz. ¿Podría ser? ¿Despues de tantos años? Debía comprobarlo. Me colé entre la gente, empujando bruscamente de vez en cuando a quien se atreviera a cortarme el camino, buscando aquel olor que se encontraba ya a no menos de una calle de mi.
Como lo suponía, era ella, usando esas técnicas tan suyas de cacería en la que su belleza era su más letal arma. Me quedé mirando unos instantes más su modus operandi, recordando aquellos viejos tiempos en los que ambos nos divertíamos como dementes haciendo las cosas más locas que a cualquiera se le pudieran imaginar. Suspiré con nostalgia desde un rincón donde seguramente me divisaría en poco tiempo. Saqué un cigarrillo de mi saco y lo encendí. No pretendía arruinarle la caza, por lo que decidí hablarme con voz tan baja que sólo ella pudiera escucharme.
- Vaya sorpresa encontrarte en este sitio ma petit...
Pierre Alphonse de Mirvel- Cantidad de envíos : 164
Edad : 38
Localización : En tus peores pesadillas...
Reputación : 8
Puntos : 861010
Personaje
Raza: Vampiro
Don:
Re: Soleado lugar, diversion a montones
Me aleje con paso suave y cadencioso de mis víctimas, estaba realmente satisfecha con aquellos dos sujetos, su sangre habia sido una de las mas dulces que habia probado hasta ahora en el continente.. Aunque no se comparaban para nada con las almizcladas de los marroquís, mi debilidad por excelencia..
No habia dado mas de tres o cuatro pasos cuando aquella voz, tan varonil y aterciopelada me llegó repentinamente, junto al eterno aroma de los cigarros que me embriagaba casi tanto como su propio aroma dulce y excitante.. Gire sobre mis talones con suavidad desandando mis pasos, luciendo la misma sonrisa provocativa que llevaba siempre frente a una presa
-Pierre Alphonse de Mirvel.. Que sorpresa tan.. agradable encontrarte por aqui..-
Susurre en voz muy baja, un murmullo suave y acariciante, increiblemente seductor y desvergonzado.. Con la mano izquierda le quite el cigarro de la boca, llevandolo a mis labios y dandole una larga calada, acercandome un par de pasos más a él, hasta quedar practicamente con una nulidad de espacio entre nosotros.. Una sonrisa fresca y traviesa se dibujo en mi rostro, mezclada con la chispa de seducción que jamas perdian mis ojos
-Hace tanto tiempo.. No nos vemos desde lo de Londres.. ¿No es asi?.. ¿Que tal la chiquilla por la cual nos separamos?-
Sisee con mordacidad desfachatada, ya que yo misma me habia hecho cargo de ella cuando Alphonse la dejara como un desecho cualquiera
No habia dado mas de tres o cuatro pasos cuando aquella voz, tan varonil y aterciopelada me llegó repentinamente, junto al eterno aroma de los cigarros que me embriagaba casi tanto como su propio aroma dulce y excitante.. Gire sobre mis talones con suavidad desandando mis pasos, luciendo la misma sonrisa provocativa que llevaba siempre frente a una presa
-Pierre Alphonse de Mirvel.. Que sorpresa tan.. agradable encontrarte por aqui..-
Susurre en voz muy baja, un murmullo suave y acariciante, increiblemente seductor y desvergonzado.. Con la mano izquierda le quite el cigarro de la boca, llevandolo a mis labios y dandole una larga calada, acercandome un par de pasos más a él, hasta quedar practicamente con una nulidad de espacio entre nosotros.. Una sonrisa fresca y traviesa se dibujo en mi rostro, mezclada con la chispa de seducción que jamas perdian mis ojos
-Hace tanto tiempo.. No nos vemos desde lo de Londres.. ¿No es asi?.. ¿Que tal la chiquilla por la cual nos separamos?-
Sisee con mordacidad desfachatada, ya que yo misma me habia hecho cargo de ella cuando Alphonse la dejara como un desecho cualquiera
Zainhé Bracknell- Cantidad de envíos : 10
Edad : 40
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Re: Soleado lugar, diversion a montones
Reí entre dientes al escuchar aquella voz cínica y fresca despues de varios años. Era idéntica en todo, nada había cambiado en ella y eso me alegraba. Mantenía esa actitud segura y mortal que hacía tiempo atrás me había cautivado. Me pregunté que habría sido de su existencia en ese lapso de tiempo en que por un motivo u otro nos habíamos separado, recordando el último instante en el que nos habíamos visto.
- ¿Te refieres al incidente en Londres o el de Paris con la pequeña Antoinette? - sonreí con ilusion recordando los musicales gritos de horror de esa presa como si mi cerebro los hubiera grabado dentro de cada una de mis neuronas. - Bueno, eso no importa...
La miré de pies a cabeza. Estaba radiante y perfecta tal y como la recordaba.
- No has cambiado en nada. Ni siquiera se te ha bajado un poco de tu altanería. - me eche a reir . - Y eso me parece estupendo. ¡Han pasado cosas interesantes en éste tiempo en que no compartimos masacres?
- ¿Te refieres al incidente en Londres o el de Paris con la pequeña Antoinette? - sonreí con ilusion recordando los musicales gritos de horror de esa presa como si mi cerebro los hubiera grabado dentro de cada una de mis neuronas. - Bueno, eso no importa...
La miré de pies a cabeza. Estaba radiante y perfecta tal y como la recordaba.
- No has cambiado en nada. Ni siquiera se te ha bajado un poco de tu altanería. - me eche a reir . - Y eso me parece estupendo. ¡Han pasado cosas interesantes en éste tiempo en que no compartimos masacres?
Pierre Alphonse de Mirvel- Cantidad de envíos : 164
Edad : 38
Localización : En tus peores pesadillas...
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Personaje
Raza: Vampiro
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Re: Soleado lugar, diversion a montones
-Ah.. La pequeña Antoinette.. Ella si que fue algo delicioso.. Una de nuestras mejores cacerías juntos..-
Susurré quedamente, acercandome el paso faltante y repegando mi cuerpo contra el suyo, sonriendo esfachatadamente y relamiendome los labios ante el recuerdo deleitante de aquellos gritos desaforados
-¿Te has divertido en mi ausencia, querido?-
Murmure, poniendome de puntillas y rozando sus labios con la punta de mi lengua, recorriendo el camino de su mentón hasta su oido con mis labios, dejando que mi frio aliento revoloteara en su piel
Susurré quedamente, acercandome el paso faltante y repegando mi cuerpo contra el suyo, sonriendo esfachatadamente y relamiendome los labios ante el recuerdo deleitante de aquellos gritos desaforados
-¿Te has divertido en mi ausencia, querido?-
Murmure, poniendome de puntillas y rozando sus labios con la punta de mi lengua, recorriendo el camino de su mentón hasta su oido con mis labios, dejando que mi frio aliento revoloteara en su piel
Zainhé Bracknell- Cantidad de envíos : 10
Edad : 40
Reputación : 2
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Re: Soleado lugar, diversion a montones
Clavé mi mirada en la suya, entrecerrando los ojos al sentir su lengua en mis labios, sin embargo su pregunta me hizo perder toda señal de ánimo y me regresó a la realidad que estaba viviendo de momento.
- ¿Divertido has dicho? Me temo que no petit... Se me ocurrió la fabulosa idea de probar el trabajar en la guardia Vulturi. pensé que podrían encargarme algunas ejeciciones pero.. - bufé sonoramente. - Son hastiantes. La monotonía de su vida me repulsa... no tienen nada más que hacer que traicionarse entre ellos. En resumen, francamente aburrido. Me siento enjaulado.. ASí que me temo que no duraré mucho allí. El peor trabajo que he hecho sin duda alguna...
Me recargué en la pared llevando a Zainhé con un brazo conmigo. Desvié la mirada haciendo notar mi hartasgo y decepción.
- Escuchame ma belle... nunca lo hagas. Si lo he hecho yo ha sido por experimentar, pero... es aasqueante.
- ¿Divertido has dicho? Me temo que no petit... Se me ocurrió la fabulosa idea de probar el trabajar en la guardia Vulturi. pensé que podrían encargarme algunas ejeciciones pero.. - bufé sonoramente. - Son hastiantes. La monotonía de su vida me repulsa... no tienen nada más que hacer que traicionarse entre ellos. En resumen, francamente aburrido. Me siento enjaulado.. ASí que me temo que no duraré mucho allí. El peor trabajo que he hecho sin duda alguna...
Me recargué en la pared llevando a Zainhé con un brazo conmigo. Desvié la mirada haciendo notar mi hartasgo y decepción.
- Escuchame ma belle... nunca lo hagas. Si lo he hecho yo ha sido por experimentar, pero... es aasqueante.
Pierre Alphonse de Mirvel- Cantidad de envíos : 164
Edad : 38
Localización : En tus peores pesadillas...
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Personaje
Raza: Vampiro
Don:
Re: Soleado lugar, diversion a montones
Mire fijamente su expresión seria, pegandome a su cuerpo como un gatito mimoso, recorriendo su cuello con mis labios en un deje juguetón, postura que siempre tomabamos cuando estabamos juntos.. Levante el rostro y clave la mirada en la suya, escrutando con frialdad aquellos ojos carmesí
-Oh por favor Alphonse!.. ¿me crees idiota?.. Te recuerdo que estoy en la lista negra de los Vulturi, esos idiotas me aborrecen y envian a sus esbirros a cada momento a deshacerse de mi, pero siguen persiguiendo su cola y aun no envian a un digno rival.. Jamas trabajaria para ellos.. Son simple escoria para mi-
Sisee enfadada, recalcando la ultima frase.. Aquellos vampiros, los Vulturi.. Los despreciaba con toda el alma, eran la escoria de la ciovilizacion vampirica por creerse con poder y derechos.. Y resultaba que no eran mas que una panda de estupidos llorones..
-Oh por favor Alphonse!.. ¿me crees idiota?.. Te recuerdo que estoy en la lista negra de los Vulturi, esos idiotas me aborrecen y envian a sus esbirros a cada momento a deshacerse de mi, pero siguen persiguiendo su cola y aun no envian a un digno rival.. Jamas trabajaria para ellos.. Son simple escoria para mi-
Sisee enfadada, recalcando la ultima frase.. Aquellos vampiros, los Vulturi.. Los despreciaba con toda el alma, eran la escoria de la ciovilizacion vampirica por creerse con poder y derechos.. Y resultaba que no eran mas que una panda de estupidos llorones..
Zainhé Bracknell- Cantidad de envíos : 10
Edad : 40
Reputación : 2
Puntos : 857446
Re: Soleado lugar, diversion a montones
Reí entre dientes al escuchar aquella respuesta. Aparté un mechón de su cabello que se había despeinado por su alteración. No podía contradecirla; pensaba lo mismo que yo.
- Ni yo lo hubiera dicho mejor petit. - cerré los ojos al sentir su caricia. - Pero sabes que soy curioso y me gusta corroborar las cosas por mi mismo, aunque después me lleve un chasco. - sonreí a medias al decir ésto. - Pensé que podrían resultar tipos interesantes pero son lo más soso de lo soso. Siento lástima por sus vidas, y ma da más lástima que ellos estén tan a gusto con ellas, rodeados de ese lujo excesivo absurdo y la falsa idea de que todo el mundo los obedece.
De repente me solté a reir a carcajadas.
- Ese estúpido de Cayo ha pensado por un momento que acataría sus órdenes, pero ni siquiera tuvo el valor de enviarme a esa tonta Jane para mantenerme dentro de su redil. Si soy sincero, he sido todo un maleducado con la...realeza.
La ultima palabra salió de mi boca con un enorme toque de ironía y desprecio.
- Ni yo lo hubiera dicho mejor petit. - cerré los ojos al sentir su caricia. - Pero sabes que soy curioso y me gusta corroborar las cosas por mi mismo, aunque después me lleve un chasco. - sonreí a medias al decir ésto. - Pensé que podrían resultar tipos interesantes pero son lo más soso de lo soso. Siento lástima por sus vidas, y ma da más lástima que ellos estén tan a gusto con ellas, rodeados de ese lujo excesivo absurdo y la falsa idea de que todo el mundo los obedece.
De repente me solté a reir a carcajadas.
- Ese estúpido de Cayo ha pensado por un momento que acataría sus órdenes, pero ni siquiera tuvo el valor de enviarme a esa tonta Jane para mantenerme dentro de su redil. Si soy sincero, he sido todo un maleducado con la...realeza.
La ultima palabra salió de mi boca con un enorme toque de ironía y desprecio.
Pierre Alphonse de Mirvel- Cantidad de envíos : 164
Edad : 38
Localización : En tus peores pesadillas...
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