Chateaû de Athenadora

El vuelo con Cayo habia sido de lo mas calmado ... al aterrizar habiamos cogido mi coche de aquí ... un deportivo italiano en negro, con el conduje hasta mi hogar ... mi Chateaû como decian por aqui ... apaqué el coche delante de la puerta.

Recuerda todo lo que te he dicho en el avion sobre la importancia de que no toques nada ...

Abrí la puerta mostrando la estancia ... era un vestibulo enorme repleto de cuadros que conbinaban exquisitamente ... habia algunas esculturas y vitrinas ... despues cuando el pasillo se convertia en algo mas ancho habia una curiosa fuente que recordaba a la de Neptuno.

Esboce una tonta sonrisa ... este era mi lugar feliz.

La observe sonriendo.
- No te preocupes.
Sonrei y la bese.

Di un par de pasos y oí unos ladrillos de perro ... al rato se acerco un perrito a mi y la silueta de una hermosa joven que se aprecia ligeramente a mi apareció por las escaleras.

Caroline

La chica al ser nombrada me miró ... no tenia mas que 15 años, era humana ... tenia la piel tan blanca como uno de nuestra raza, unos hermosos ojos azul oscuro y el cabello negro y rizado ... su aspecto era similar al mio, salvo con la diferencia de mi inmortalidad.

La observe, y luego mire a Athenadora.
- Quien es??
Le pregunte.

Su maldita hija *Contestó Caroline*

Miré a Cayo como queriendo decirle que se lo explicaria ... Caroline bajó las escaleras.

¿Es tu nuevo amante, viuda negra?

Caroline al pronunciar eso me sonrió burlonamente, yo la miré con reproche.

Es mi marido, ten algo de respeto ... y no me llames así, ya sabes que no fue culpa mia lo de tu padre.

Caroline rio ironica.

Te doy un fin de semana *Dijo ella mirando a Cayo*

Observe a Athe alzando una ceja, corri hacia la Caroline poniendole la mano en el hombro. Baje hasta su altura.
- Oie, pequeñaja.
Rei con reproche.
- Por que no vas por ahi y te pierdes un poco??

No le hables así *Reprendí a Cayo* es mi hija, la adopté

Despues de matar a mi padre *Completó Caroline*
Miré a Cayo y le cojí la mano.

Disculpame un segundo *Dije a caroline, me lleve a cayo alejado pero en la misma extancia* Caroline es mi hija, la adopté ... hablale con respeto ... ella aun es joven, tiene institutrices ... tratala como si fuera tu hija ... no es una simple "comida", no sabe el secreto tampoco ... solo sabe que su padre murió en mi cama ... fue un accidente

La observe.
- Tu cama??
Pregunte alzando una ceja.
- Como que en tu cama??
Observe a la tal Caroline con algo de rezelo.

La observe.
- Que hiciste que??
Pregunte gritando.
La mrie con recelo. Aprete mis puños con fuerza, cerrando los ojos, la vena de mi cuello se inchaba.

- Si si... lo que digas.
Suspire y me hacerque a la niña.
- Oie bonita, por que no te quedas un poco con la viuda negra?? seguro que no te come...
Rei y me adentre en la mansión.

Caroline lo miró con asco.

Disculpalo ... *le dije a esta y seguí a Cayo*

Nos adentramos en un gran salon con un piano en el centro ... la sala, como el vestibulo tenia algunas pinturas ... encontré un hueco libre y saqué de mi bolso un cuadro de Lizzi Raven, me lo habai entregado en Volterra ... lo coloqué.

Subi hasta encontrar la que parecia ser la habitación de Athenadora, tenia su olor. Me acomode en ella.

Seguí el olor de Cayo ... estaba en mi habitacion ... una exquisita habitacion identica a la del castillo pero en perfecto estado ... le sonreí.

La observe entrar y suspire, observe por la ventana intentando aceptarlo, pero era superior a mi.

Me acerqué a el.

Cayo ... perdoname ... siento no haberte contado lo de Caroline ...

La mire.
- Caroline es lo de menos.
Afirme y la mire.
- Lo que me duele... es que me engañaste.
Le dije.
- Me la pegaste con otro.
Suspire.

La mire.
-Que me lo hayas dicho no significa que no lo hicieses...
Suspire.
- Esta bien... solo dame un poco de tiempo Athe... porfavor.
Le pedi.

Como quieras ...

Suspiré y desvié la mirada.

- Athe... porfavor.
Le pregunte.
- Venga... ahora no me vengas, con que tu eres la dolida...
Suspire.

La observe y acaricie su rostro.
- Bien...
Suspire.
- Te perdono Athe...
Bese su frente, luego sus labios.