Diario de Lawrence

No se ni el cuando ni el por que… pero de pronto e sentido la necesidad de registrar en estas hojas, tal maldición que padezco ya hace innumerables años y a la cual le defino como mi propia vida…
Mi nombre es Lawrence Willgood… mi edad… digamos que tengo 17 años ya hace demasiado… pues entenderán que soy un Vampiro.
Antes de proseguir deseo aclarar sencillamente a cualquiera que sea que ahora lea este documento, que mi pasado es algo que en la actualidad no deseo recordar… incluso ni siquiera para escribirlo ni aquí ni ahora, de esta forma solo registrare por el momento solo los hechos sucedidos desde que llegue a este lugar llamado Forks.
Un lugar tranquilo y con el clima perfecto para alguien como yo… que ironía incluso me hace recordar por segundos a aquel viejo Londres en donde crecí, pero esa es otra historia. He llegado a Forks hace unos días… la gente aquí no se asombra demasiado por mi gran palidez ni de la de Aerit… la había olvidado, verán la señorita Aerit es quien me condeno a esta maldición, y al igual que a mi también esta maldita… aun no entiendo el porque, pero no le guardo ningún tipo rencor… de echo ella salvo mi vida y desde entonces viajo con la misma a todas partes del mundo en donde dos hijos de la noche puedan habitar momentáneamente en paz. También e de aclarar que conozco hasta la fecha 2 tipos de vástagos: … el que se alimente de los humanos y solo les ve como comida,… y el que solo se alimenta de animales pequeños intentando así calmar aquel oscuro deseo que les ayuda a no envejecer jamás… yo me veo a mi mismo en el segundo tipo de vampiro… a los que urbanamente se les conoce como “vegetarianos”, pero aunque te alimentes una eternidad solo con sustitutos de sangre humana… el deseo nunca desaparece de ti, solo se aprende a vivir con el… y eso fue lo más importante que me enseño Aerit. Como antes mencionaba, hace pocos días que estamos aquí… me he inscripto en el instituto de Forks, en donde todos los joven de mi edad aparente estudian, he estado haciendo el curso de la secundaría desde hace muchos años en distintos lugares, por lo cual lo he memorizado casi a la perfección… esta una sencilla pero necesaria mascarada si deseo mantener una apariencia humana ante los habitantes de aquí. Así termino la primera página de lo que puede decirse mi diario… es muy desahogante poder registrar todo un día en una simple hoja de papel, intentare hacerlo a menudo…

Hoy mi casi involuntaria necesidad por alimentarme me llevo a un lucubre y alejado lugar del pueblo… el bosque de Forks era un lugar en donde podía actuar como el verdadero asesino que era, así tan rápido como mis limites sobrehumanos me lo permitieron acudí a aquel páramo helado, pero en lugar de encontrar allí una presa… hallé a una hermosa joven humana de cabellos dorados que se hacia llamar Ashley…
Allí estuvimos hablando un corto tiempo, la verdad no suelo hablar mucho con alguien… y mucho menos un humano, pero su aroma… tenia algo que me hacia dudar, me dejo sumamente confundido e incluso trate de alejarme… pero aquella insistía notablemente en saber mas acerca de mi y por cual razón intentaba rechazarle una tras otra vez… Extrañamente su rostro y aroma se me hacían conocidos… de seguro del instituto aquel día que me inscribí, así de pronto recordé por que oscura razón me encontraba ahí e incluso mi deseo fue tanto que por solo unos segundos mi mirada se perdió en su delicado cuello, luego de volver en mi solo atente a huir del lugar con la vacía promesa de que le volvería a ver… aunque aun no entiendo que sucedió en aquel lugar con dicha joven… se me hace imposible pensar en otra cosa en estos momentos que verle otra vez, es una gran confusión…