¿Quien anda ahí? [Libre]

Era un dia nublado, como siempre en el pequeño pueblo de Forks, y Sophie nuestra protagonista se encontraba en el bosque del pueblo. Ella, una aventurera por naturaleza, disfrutaba de la brisa en su cabello y del hermoso verde que recubria todo el lugar. Habia caminado varias horas hasta adentrarse en los limites entre Fork y La Push, pero claro, ella no era conciente de que habia un limite, ni tampoco de las criaturas que habitaban el bosque, ella solo habia salido para una tranquila expedicion en esa tranquila tarde de sabado.

Estaba cansada, y ¿como no estarlo despues de haber dado tantas vueltas?. Se sentó en un pequeño claro que encontró, rodeada de flores silvestres y alguna que otra mariposa que revoloteaba por allí, y de un canasto que provisoriamente había llevado, sacó una manzana roja y deliciosa, a la cual le propinó un mordisco sin pensarlo dos veces. Sus debiles oidos humanos, no le alertaron de los ruidos que procedian de detras de los árboles, no muy lejos de ella. Había algo alli detras, pero Sophie no pareció notarlo, estaba sumergida en una canción que tarareaba con esa melodiosa voz suya.

Por fin mi viaje desde Carolina del norte a Washington habia finalizado, habia llegado junto con mi hermano a las afueras de una reserva indigena que segun sabia se llamaba La push. Mi hermano y yo eramos nuevos en todo este entorno, pero no pretendiamos mezclarnos con la gente del lugar, o al menos por el momento.

Tanta monotonia me estaba inquietando un poco, por lo que deje la pequeña casa en la que me habia instalado y me dispuse a dar un recorrido or la reserva, ya que nunca sobraba revisar lo que de ahora en adelante seria mi nueva region. Rapidamente me recorri la reserva de arriba a abajo y como estaba esperando no encontre nada interesante, por lo que me puse en marcha siguiendo una carretera que salia de esta reserva, sin saber hacia donde me dirigia.

Pronto ya me encontraba totalmente concentrado en el camino, ya que eso serviria para pasar el rato, pero estava recorriendo todo en mi forma de humano, esto tambien me incomodaba, ya que sabia que tenia que practicar todavia mas para dominarme, tambien tendria que buscar un detonante para mis amociones, y poder practicar el control. Asi se paso el tiempo y mis pasos, hasta que en la soledad distingui un aroma de una persona, esto me creo curiosidad, ya que nunca me habria esperado encontrarme a alguien en medio de la nada, llegue a una espesura que parecia ocultar un claro, alli era donde me dirigia, ya que ese aroma se concentraba exactamente en el claro, pero no saltaria sin pensarlo primero y observar a la mujer que estaba alli sentada, movi un pco los arboles y la maleza, pero no parecio notarlo, por lo que decidi hacer un ruido mas fuerte entrando al claro y saludando:

-Buenos dias señorita-

Otro mordisco a la manzana, y luego una voz masculina la sorprendió desde atras de los arbustos. No había esperado encontrarse con nadie por estos lugares, por lo que se sorprendió al escuchar ese saludo tan natural, para luego ver al misterioso hombre caminar hacia a ella. Por supuesto que no tenía temor, si le hubiese querido hacer daño, no se hubiera presentado tan efusivamente ¿Verdad?

-Hola señor extraño .. - Dijo con una pequeña sonrisa, sus ojos se llenaron de curiosidad a medida que observaba al hombre, el cual a juzgar por su ropa algo rota parecia que había estado corriendo por todo el bosque. Con un leve movimiento de su mano, le invitó a sentarse a su lado, y sacando de su canasto otra manzana, se la ofreció sin mas al muchacho. Nunca desaprovechaba la oportunidad de formar una nueva amistad.

-Soy Sophie... ¿Como te llamas? - Preguntó sin poder aguantar por mas tiempo esa curiosidad que la pinchaba desde adentro de su ser. Cualquiera que hubiera estado en esta situación, hubiese tomado sus cosas y habría salido corriendo, porque se hubiesen sentido perseguidos y en peligro, afortunadamente, eso no ocurria con Sophie, la inocencia personificada.

Esa mujer era en verdad extraña, ya que como podia encontrarse con alguien en un lugar tan desolado y seguir tranquila... Esto la verdad no lo entendia, me preguntaba si era que yo no generaba temor alguno, o si habria tenido la misma reaccion ante otra persona. Esto era algo que por el momento no sabria, ya que solo estaba seguro de una cosa, yo no debia temer ya que por mas que quisiera no me podria hacer ningun daño.

Ella respondio a mi saludo con un comentario que me causo gracia: "señor extraño", esta mujer definitivamente no era normal, ese comentario se me parecio mas al comentario de una niña pequeña, por lo que tambien le respondo con una sonrisa.

Me ofrecio sentarme al lado de ella y una manzana, seria muy descortes de mi parte negarme a eso, ademas tenia hambre. Esto no era raro en mi, ya que yo siempre tenia el apetito abierto, si pudiera comeria a toda hora, pero lastima que fuera una manzana, yo me consideraba raramente carnivoro, no conocia alimento mas delicioso que la carne, si hablabamos de alimento, se podria decir que la carne era mi mayor debilidad. Pero una manzana en estos momentos no caia nada mal.

Acepte su manzana y acto seguido le agradeci de una manera muy simple, ya que era de pocas palabras: - Muchas gracias Sophie-

La verdad conocer a alguien del lugar era una buena manera de empezar a acostumbrarme a lo que a partir de hoy seria mi nuevo hogar, asi que esta oportunidad la tenia que aprovechar al maximo, por lo que me presente y le dige el motivo de encontrarmeen este vacio lugar:

-Mucho gusto, me llamo Thomas, pero puedes decirme Tom... La verdad es que soy nuevo en el lugar y me he perdido, he estado vagando por aca hace varias horas, nunca pense encontrarme con alguien mas en este lugar-