[Libre] Mi llegada a un pueblucho llamado Forks.

Después de la muerte de mis padres y un vaivén de viajes, mis familiares me habían mandado a vivir a un pueblucho llamado Forks en la casa de unos parientes lejanos que ni siquiera conocía ¿Tan molesto era convivir conmigo que me tenían que mandar a un pueblo donde solo había maxime cuatro días de sol al año? Bueno… Era una suerte que me agradara el clima fresco, pero ni así.

Había llegado desde el aeropuerto y me había tomado un autobús hasta aquí, donde se suponía que vendría a recogerme quien sea que fuese mi pariente lejano. Pero… Vaya aburrimiento.

En una mano llevaba una maleta con ropa y en la otra una maleta repleta de libros. Menudo dolor de brazos tendría yo. Evalué la opción de tomarme un taxi, autobús o lo que fuere hasta el aeropuerto, pero claro, no era un pasaje con retorno. Suspiré o más bien bufé y me quedé observando el lugar en rededor. Algunas personas me había observado algo curiosas, como si supieran la historia que me acechaba, sobre el asesinato de mis padres y de que tan detestable era que me mandaban al pueblucho de Forks.

Llege a Forks tras buscar mi coche, vi a una chica y decidi parar, me baje del coche y la salude -Hola, soy Cystal -me presente a la chiquilla

Este pueblucho era raro. De verdad. Tal vez no fuera tan malo pero… ¡¿De aquí a cuando las personas tienen ojos rojos?! Me quedé medio grogui observando a la mujer que se había dignado a mirarme. ¿Serían lentes de contacto? No lo parecían, aunque ¿Qué otra cosa podría ser? Era rojos como la sangre. No. Mas rojos aún. Me hubiera gustado tener unos lentes de contacto así, en caso de que lo fueran. Ahora mi atención vagaba por las facciones de la chica. Eran… ¿Perfectas? Entendía que fuera tan pálida, puede que parecerá una estatua de mármol pero era científicamente posible que una persona se viera así pero… ¿Cómo era posible que se viera tan bien?

Supuse que al menos podría devolverle el saludo, y de paso, sacarme la duda sobre sus ojos que me erizaban la piel.

-Hola. Yo soy Soria –no te burles de mi nombre, pensé- ¿Usas lentes de contacto o…? –me quedé mirando sus ojos. Algo no andaba bien.

-Si, me encanta el rojo - le conteste, es lo que siempre decia si alguien me preguntaba por mis ojos, en realidad no me gustaba llevar lentillas -Bonito Nombre

Suspiré algo aliviada. Si ella decía que eran lentillas yo le creía. O al menos quería creerle.

-Eso explica el color del auto, supongo. –murmuré. Me gustaba mucho el color- Veré si puedo conseguir unas aunque… si me tiño el cabello de azul no quedarán muy bien. Heee… Gracias –dije recordando su comentario sobre mi nombre.-No es que no me guste, pero a la gente suele llamarle la atención porque una combinación de Sofía y Nuria; mis…”Abuelas”, aunque casi nunca las he visto. La última vez fue en el funeral asique imagina… No es que me importe lo que digan de mi nombre-me crucé de brazos-No me importa que se burlen. Cystal también es un buen nombre, me gusta bastante y no creo haberlo escuchado antes… Vaya.- ¿Era yo la que había hablado tanto?

Parecía que sí. Oh no. Me estaba convirtiendo en una de esas personas parlanchinas y molestas.
-Lamento haber hablado tanto Cystal. No pareces ser del tipo de personas con mucha paciencia y temo molestarte aunque… Sería tu culpa por venir aquí.-bromeé al final. Tal ves hubiera elegido mal al parar su auto y dirigirme la palabra.

Me rei, aunque un poquillo desciciada si que me tenia, pero habia que reconocer que era simpatica -Nada, da igual, por cierto, ¿has venido tu sola? -pregunte a la ciquilla, ya que es raro que una humana tan pequeña ande sola por ahi

-Sí. Nadie se digna a acompañar a la rara peste True. Debo de ser muy molesta para todos…-dije ya bajando la mirada. Ahora que mis padres estaban bajo tierra mutilados, nadie más me soportaría. Que importaba ya… Terminaría los estudios, me recibiría de algo; de preferencia relacionado con los libros y emigraría a la otra punta del planeta para olvidar… O me suicidaría. Lo que resultara as conveniente…

-Momento...-l miré suspicazmente. Algo me decía que estaba pensando en mi edad. Por su forma de hablarme me hacía pensar que me trataba de “chiquilla” tal vez.-¿Cuántos años crees que tengo y cuantos debería tener para que no me vieras como una “chiquilla”?

-La verdad, no estoy muy segura de tu edad, pero a mi se me echan menos de los que tengo -dije pensado en los siglos que tenia de existencia y en que ya me habia cruzado con gente que decia te tenia 19

-Eso no es tan malo. Así cuando estés mayor y no quieras revelar tu edad, pues… Eso, nadie la sabrá a ciencia cierta. Aunque… si miras a una persona a los ojos puedes calcular mas o menos su edad. No es alfo físico, sino mas bien se basa en la expresión y en la forma de mirar las cosas… ¿Y cuanto años tienes y cuantos creen las personas que tienes?-le pregunté mientras intentaba calcular su edad con sus ojos, aunque, as lentillas lo complicaban un poco porque era difícil apartar la mirada.

-Tengo 22, algunas personas me echan 19 -le explique -¿Y tu cuantos tienes? -le pregunte

Fruncí el seño levemente. Respondí a mis preguntas muy rápidamente, como si tuviera memorizadas las respuestas. En otras palabras: estaba mintiendo en algo. O en todo. Seguí observándola con el seño fruncido, preguntándome mentalmente si se daría cuenta de mi cambio repentino de humor.

-Ya veo… Yo tengo quince años--susurré mientras me cruzaba nuevamente de brazos.

-¿Te pasa algo commigo? -le pregunte un poco mosca por ese cambio de humor

-No, disculpa, debo de ser yo.-me disculpé automáticamente- soy algo bipolar y el hecho de que los idiotas que tendrían que haber venido a recogerme hace media hora no hayan venido aun no ayuda en nada. Comienzo a creer que no vendrán jamás. Disculpa de nuevo…Soy paranoica. Bajé la mirada recapacitando unos segundos. No perdería nada con decírselo y me parecía o correcto.

-Es solo que me pareció que mentías. No dudaste en ninguna pregunta ni por un segundo. No hablas demasiado. Es solo eso.

-No me gusta hablar mucho -le dije -Tienes a donde ir? -le pregunte, las personas con algun que otro problemilla mental me solian caer bien, por lo de no obedecer ninguna norma de comportamineto

-Pensaba ir al correo a enviar algunas cartas bomba para Seattle… Pero eso puede esperar. No, no tengo a donde ir. Ni siquiera tengo un estúpido pasaje de regreso a Seattle, aunque ni que quisiera volver con esas desquiciadas.-empecé a despotricar por partida doble; contra mis “abuelas” y contra la aerolínea.

-Bueno, tengo una habitacion libre en mi casa, si quieres, claro? -le pregunte, la queria en mi casa, me caia bien

[Pasa una foto de habitacion por MP]

-¿De verdad? Claro, Gracias Cystal. Pero recuerda que si soy mucha molestia siempre puedes lanzarme a la carretera, ya me las arreglaré yo. – Cystal era de las pocas personas que me agradaban a primeras, y puede que fuera una extraña, pero ni modo, no iba a quedarme en la calle “4ever”.

[ok]

Monte en mi coche y le dije:
-Vente -le dije poniendome unas gafas de sol que tenia por alli

Postea ya aqui: http://roltwilight.roll.tv/residencia-lovegood-f84/habitacion-de-soria-t1580.htm#51544

Subí detrás de ella. El que se pusiera as lente arruinaba un poco el efecto de las “lentillas”, pero ni modo, sobre gustos no hay nada escrito.
-¿No son algo incómodas? Me refiero a las lentillas-al parecer yo seguía dándole vueltas al tema.

Off: Ok