Recorriendo las calles de París.

Habia llegado a Paris hace algunos momentos, en el momento justo en que vió por primera vez la ciudad convino en que esta era hermosa. Ese pensamiento lo evoco hacia un recuerdo, que a pesar de haber sucedido hace ya 3 años aun seguía nitido en su cabeza y en su corazón. Sonreí, algo me decía que esta vez iba a obtener noticias suyas. Ese sentimiento me alentaba a seguir adelante en su busqueda, sin mas tome mi mochila y tras echarmela al hombro segui recorriendo las calles de París.

Una chica de extraordinaria belleza chocó contra mí. Sin detenerme seguí mi camino, la noté seguirme, sin duda era un vampiro. Me alegré, en estos momentos era lo que necesitaba ver. Sonreí mientras caminaba... y de repente me di la vuelta para saludarla.

-Hola, ¿Podría preguntar que haces siguiendome?

Vi como se sorprendió ante mi pregunta. Estos 3 últimos años me habían enseñado a ver en sus rostros, no habian pasado en vano. Sonreí ante su pregunta

Pues, acabo de llegar a la ciudad y no conozco nada la verdad

Me dí la vuelta y seguí caminando observando las calles de París. Sabía que ella me seguiría, pero había algo en sus ojos que me decía que era distinta a la vampira que yo conocía y que tanto buscaba. Sin pensarlo le comenté.

-Pues, no es el lugar el que me interesa, ando en busca de una de tu especie- Le dije sin rodeos.

Me giré y la miré a los ojos. Claro que sabía a lo que me enfrentaba, había dudado mucho antes en salir a buscarla, por todo lo que esto significaba, pero daría con ella. Tenía que encontrarla y decirle...

-Lo se, se que es peligroso. Sobre todo con un vampiro de tu tipo. No eres como ella, tus ojos me lo dicen- Dudé ante el hecho de que me pedia el nombre, pero quizás la conociera. -Ella- Sonreí al recordarla... -Su nombre es... Marla-

Me desanimé un poco al oír que no la conocía. Pero bueno, llevaba mas de 2 años buscandola, no me rendiría ahora. Es mas, creo que nunca me rendiría.

Reí por lo bajo al escuchar su pregunta, sabía que me escucharía -No, no te tengo miedo, a pesar de que eres diferente, no creo que me hagas daño. Además no creo en que el destino sea tan malo como para que yo termine aqui- Sonreí ante su propuesta ¨-Si, calro que puedes ayudarme, si quieres, tal vez tu sabes donde buscar. La verdad no sabía si en París encontraría alguno, ya veo que si.-

Quedé atonito ante todo lo que sucedió después, se fue tan rapido que ni a presentarme me dió tiempo. Sin saber porque...

-Soy Franco Sileoni, mucho gusto!- Le grite. La gente alrededor me miraba raro. Me sonrojé.