Entre los árboles

Dejé mi bolso con mis cosas bajo un árbol y me tumbé en la hierba boca arriba, observando las copas de los árboles. Un par de tímidos rayos de sol se filtraban por las hojas. Era gratificante poder volver a controlar mi don, ya que, durante mi estancia en Egipto, Lizzy había anulado nuestros dones temporalmente.

Olfateé a lo lejos los aromas de Selene y Daviid. Les había pedido que acudieran, ambos eran personas importantes para mí y ya era hora de que se conocieran. Podía escuchar sus pasos en el barro y, aunque faltaban unos dos kilómetros de distancia, calculé que en unos treinta segundos estarían allí...

Corriendo me apresuré a la cita con Rinoa,su olor era intenso,estba cerca...También podia notar otro olor que no reconocía...de un vampiro,sin duda.
Mientras corría por el bosque,habia zonas dónde daba el sol y mi piel relucía.

Pude divisar a lo lejos a Rinoa y a aquella vampira,asi que emepecé a aumentar mi velocidad.
Cuándo ya estaban a unos escasos metros dejé de correr y caminé a una velocidad humana.
-¿Llego tarde?-les dije mirando primero a aquella chica y despúes a Rinoa.

-Me has dado un susto de muerte -ironicé sonriendo-. Creo que no podré recuperarme del trauma que me acabas de causar... -la miré y vi que su pelo relucía al sol, no más que su piel-. Es raro verte sin Armus, me estoy acostumbrando a veros siempre juntos... Parecéis siameses -reí.

Me incorporé un poco sentándome en la hierba cuando vi aparecer a David.

-Peter Pan y Campanilla -dije riendo mientras me ponía en pie y los miraba a ambos-. Creo que me toca ser Garfio... Selene, este es David. David, ella es Selene -dije presentándolos sin parar de sonreír.

-Un gusto volverte a ver Garfio-dije mirando a Rinoa.Despúes volteé sonriendo hacia Selene-Un gusto Selene-dije extendiendo mi mano para estrecharla.
Me apoyé en el árbol que tenía tras de mi.
Los rayos del sol nos golpeaban a los tres y nos causaba aquella brillantez en nuestra perfecta piel.

-¿Wendy? Aparte de lo de leer cuentos, creo que no nos parecemos demasiado... Creo que me quedaré con Garfio, me gusta su bigote -dije riendo en voz baja mientras veía como se presentaban ambos vampiros. Me alegraba que fueran amigos-. ¿Queréis que vayamos a cazar algo? Más que nada por 'socializar' entre vosotros... Y tú, Selene, puedes juguetear con algún animal si no quieres integrarlo en tu menú del día -bromeé.

-Si no fuera por Rinoa ahora seguría siendo nómada-le dije mientras recordaba aquel dia en el bosque de Forks.-Y si,soy vegetariano.Dónde yo estaba,ahora habia sombra,mi piel dejó de brillar...
Miré como una hoja caía mientras se mecía lentamente en el aire,la seguí con la mirada hasta que cayó al suelo.
-No tengo hambre-comenté volviendo la mirada hacia Rinoa-Comí algo mientras venía hacia aqui,pero no me importaría volver a comer algún animalito...

-Si no te hubieras encontrado conmigo seguirías pareciendo Tarzan -dije riendo mientras veía a David, y luego desvié mi mirada hacia Selene-. Anda, ¿por qué no pruebas esta dieta? Quizá te gusta y todo...

Me puse en alerta, olfateando bien el lugar. Habían cuatro corderos un kilómetro hacia el norte. Hice un ademán de que me siguieran a los dos vampiros y comencé a correr.

Reí al escuchar lo que dijo Selene,nunca se me habría ocurrido devolverle la broma así,era pésimo para devolver cualquier insulto,aunque de una broma se tratara.
Pegué un salto y me aporoximé más hacia aquellos corderos que nos miraban a punto de salir corriendo.

Sonreí maléficamente.

-Tú ya nos vuelves a ver una luna llena... -susurré mirando a uno de los corderos antes de saltar encima de él. Le rompí el cuello y bebí rápidamente su sangre. El animal cayó al suelo, muerto.

Tumbé al animal y me tiré encima de el.
Clavé mis colmillos rápidamente y empecé a beber su sangre,aunque no tubiera sed,me calmaba.
Dejé el cuerpo en el suelo y me levanté buscando a Rinoa o a Selene mientras sacudía mi ropa.

Vi la cara que puso y supuse que habia olido algo de comida...
-Si vas a cazar yo te espero aqui-dije pasando mi mano por mi pelo-Siento...siento cariño hacia los humanos-dije abochornado.
Tras decir aquellas palabras,me senté apoyado en un árbol lleno de musgo.

-¿Prefieres un oso? Podemos buscar osos, pero nada de humanos en mi presencia señora Mayfair...o señora de Armus -dije bromeando mientras veía la cara que ponía.

Arrugué la nariz al ver los cadáveres de los corderos que acabábamos de matar David y yo.

-Odio cuando están así... -cogí ambos cadáveres de el cuello y los lancé lejos, entre unos arbustos que habían más allá.

Luego me senté con David, esperando a que Selene dijera algo.

-Yo te espero aqui Selene-le dije sonriendo-Pero no tardes.
Me acomodé un poco en aquel árbol mientras tiraba piedras que se me clavaban.
Una vez adopté la postura correcta,suspiré y apoyé la cabeza en el árbol.

-Prefiero no ir Sel, sabes que no me gusta tu dieta...y mucho menos presenciar como te alimentas -dije disculpándome. Me puse en pie y rebusqué entre unos arbustos unos cuantos jazmines. Los arranqué y comencé a crear uno de mis típicos collares.

- Gracias... - susurre e inmediatamente sali corriendo hacia donde olia a los humanos, eran dos, Mm.. un buen festin y olia algo mas, claro, como no... olia a droga ¿que mas estarian haciendo aqui escondidos?
Les observe durante unos minutos para asegurarme que eran comestibles y luego salte entre los dos, mirandoles con una ceja alzada, por supuesto, ni uno dijo nada de nada, se quedaron helados al verme.

- Hola chicos..¿sabeis? creo que habeis sido un poco malos - dije caminando entre los dos - asi que...

A los cinco minutos ya habia acbado y corri hacia donde estaban los demas esperandome.

Podía oler a Selene y oir sus pasos,pero me quedé mirando a un punto fijo en el aire...
Cogí una piedra y la apreté,a continuación abri mi mano,me giré y soplando le tiré a Rinoa los polvos a los que habia sido reducida la piedra.

Hice que una ráfaga de aire le devolviera a David lo que me había tirado.

-Recuerda que controlo todo esto... -le dije riendo.

De repente olfateé la sangre de los dos chicos. Era increíble con la rapidez que me estaba empezando a descontrolar. No podía luchar contra aquello, cada vez estar quieta ahí, de pie, se me hacía más difícil.

-David... -conseguí murmurar, pidiéndole ayuda, antes de salir corriendo hacia los cadáveres de los chicos.

A la primera supe que le pasaba,asi que,sin pensar la tiré al suelo y dejándola sentada me le aguanté los brazos y los pies.
-Contrólate-le dije mirándole a los ojos-Es difícil,lo sé,pero tu sabes que no debes beber sangre humana,todo se te complicaría más,lo sabes,debes controlarte.