por ahí ( lillith)

Estabamos paseando por ahí con lillith, por el pueblo. El día estaba nublado así que nuestra piel no brillaba como diamantes incrustados, solo un leve destello.
Cada vez nos acercabamos más y más y el olor a sangre era descomunal, la garganta me ardía aunque no tenía hambre.

La codeé al sentir su deseo de sangre.
-Vamos, si no te resistes luego tendremos que asesinar a todos o borrar sus recuerdos, demasiado trabajo- le dije en broma y me reí. Seguí caminando a medida que comenzaba a aparecer más y más gente.

Me reí.
- no tengo hambre, encerio.- La gente obviamente nos miraba maravillada, como si vieran un angel, a veces esta reacción me molestaba un poco. Para ellos eramos hermosas por el hecho de que era sí, una herramienta que tenía nuestro estado. Pero podríamos ser horribles y parecerles hermosas. Eso me mataba, de cierto modo. Realmente había chicos y chicas lindas en el pueblo yno eran vampiros.

Me reí al escuchar sus pensamientos.
-Sólo disfruta de esto Anne, puedes ir donde quieras vestida con harapos y siempre tendrás la certeza de que serás la más hermosa del lugar- le dije y me reí. Pasé mi brazo por el suyo y comencé a caminar con nuestros brazos enroscados -Vamos a conseguirte un humano para ti- dije mientras comenzaba a estudiar a todos los humanos del lugar.

La mire extrañada.
- ¿que vamos a que?-- le pregunte.

Me reí.
-A buscarte un humano- dije tironéandola de la mano para que caminara. Miré a uno morocho de ojos verdes que estaba sentado leyendo en un banco, uno de los únicos que no nos miraba maravillado -¿Qué tal ese?- le pregunté y señalé al humano.

me reí ante lo que estabamos haciendo, era divertido. Al reirme el chico levanto la mirada y me quede plasmada con sus ojos, deje de reirme y lo mire, era realmente lindo.

Volví a codearla suavemente.
-¿Qué te dije?- le pregunté y me reí -¿Te gusta?- dije divertida -Lalalala, te gusta, te gusta- empecé a canturrear mientras saltaba a su alrededor y me reía al ver que toda la gente nos miraba.

- Sh, sh, sh. Lillith nos esta mirando todos, basta!- Si pudiese me pondría colorada como un tomate. No quería mirar hacia donde estaba él , quería irme de allí, estaba realmente avergonzada.

Solté una carcajada y paré de saltar. Miré hacia donde estaba el muchacho que no le quitaba la mirada de encima a Anne y sonreía divertido.
-A él no parece importarle- le dije a Anne mientras lo señalaba con la cabeza y le guiñé un ojo a Anne -¿Cuándo te vas a divertir?- le pregunté y volví a reirme.

Estaba nerviosa.
- Estem, no sé ... yo... hay no me puede mirar así, es demásiado, entiendes que jamás me paso algo así y menos con un humano- dije enfatizando la palabra humano- tu tendras a tu tempo, pero yo no soy tan atrevida, corazón- le dije. Lo mire de reojo y sonreía, y ah, como había dicho lilith quería divertirme.

Levanté la vista al escuchar una carcajada, más que una carcajada había sido como un leve canto, demasiado hermosa. Al instante observé quién había sido, una hermosa muchacha que debería tener mi edad o un par de años menos. Clavé mi mirada en sus ojos y sentí que me perdía allí dentro, me quedé hipnotizado hasta que su amiga comenzó a cantar y saltar a su alrededor. Me reí, me hacía acordar demasiado a cuando iba al instituto, todos se pararon a mirarlas y la primera chica parecía cada vez más y más nerviosa. Cerré mi libro decidido a dejar la lectura para otro momento y lo guardé en mi mochila. Volví a mirar a las dos chicas y vi como la primera me miraba de reojo. Me quedé sentado observándolas con una sonrisa divertida y algo traviesa en el rostro.

Sonreí al escuchar los pensamientos del muchacho y miré a Anne con una sonrisa traviesa.
-Si quieres divertirte, entonces hazlo- le dije y comencé a caminar hacia donde estaba el muchacho, lo tomé de la mano y le sonreí.
-Quiero presentarte a mi amiga, su nombre es Anne- le dije mientras lo arrastraba enfrente de Anne.
-Creo que debo irme...- dije divertida y me fui no sin antes guiñarle un ojo a Anne de vuelta. Me reí mientras desaparecía entre la multitud de gente.

Perdón Anne, tenía que hacerlo, vas a ver que vas a divertirte pensé para que Anne me escuchara.

Dios mio, gracias pensé sarcasticamente.
Mire como se iba, para mi vergonzosa desgracia. Y luego me voltie lentamente ante él, con unos ojos verdes profundos como el lago del bosque. Algo tenía que decir.
- Hola, soy.. soy Anne , Anne Maundrell- le extendí mi mano. Si no fuese vampiro, ¿le gustaría igual?, ahora era obvio que le gustaba, pero obligadamente de alguna estúpida manera.

Me había quedado helado cuando se acercó a mi y me llevó enfrente de ella. Simplemente no podía moverme, estaba clavado en el suelo completamente petrificado. Escuché como me saludaba y me tendía la mano y comencé a maldecir a mi mente para que respondiera. Estaba nervioso y sentía que el corazón latía demasiado rápido. Odiaba a esa muchacha, sea quien sea, por haberme puesto en una situación así sin conocerme.

Estem, hola, soy Anthony, Anthony Reaser le respondí y estreché su mano saludándola.

La calidez de su mano me abrumo, se sintio tan bien sentir el calor, ahora me daba cuenta del error que había cometido, él iba a sentir mi fria mano y se iria, seguramente. Solte su mano rapidamente, pero suave, para que no se diera cuenta de mi ansiedad de que no se diera cuenta de mi frialdad.
- Ehm, yo , no sé que decirte, mi amiga, no sé. Disculpala esta loca- le dije nerviosa.

Le sonreí, parecía tan nerviosa como yo.

No te preocupes, está todo bien le respondí con una sonrisa.

Había sentido su mano fría y la observé, estaba sin nada de abrigo y no era un día en el que hiciera calor.

¿Tienes frio? le pregunté y me saqué la mochila del hombro para abrirla y sacar una campera que tenía guardada, se la ofrecí Ten, sin miedo le dije mientras le ofrecía la campera y le sonreí para darle ánimos.

Oh, dios mio. Nunca nadie me había cuidado tanto. Me vería tan desprotegida, si tan solo supiese la verdad.
- Gracias- acepte con asombro, me puse sobre los hombros su campera, tenía un olor especial, se me hacía conocido.- ¿Caminamos?- le dije mirando hacia abajo.

Le sonreí.

Claro, caminemos le dije y me coloqué a su lado con la intención de comenzar a caminar.
Dimos un par de pasos uno al lado del otro y comencé a ponerme nervioso pensando en algún tema de conversación.

Dime, Anne...¿cierto? ¿Vas al instituto? le pregunté recordando a su amiga dando saltitos, parecían dos típicas chicas de instituto. No tendrían más de 18 años...

- No, ya lo termine, tengo 20 años. Paresco de menós, ¿no?.- el tiene 20 así que tome esa cifra para decirsela.- ¿Y que hay de ti, Anthony?- pregunte

Enarqué una ceja y la observé.

No pareciera que tuvieses mi edad, pareces mucho más jóven le dije y le sonreí.

De mi, no hay mucho realmente, estoy de vacaciones buscando un poco de tranquilidad antes de internarme en la gran ciudad a estudiar durante años y años sin descanso le comenté y me reí suavemente.

Su risa, era tan dulce.
- Me mantengo bien- le dije y le guiñe el ojo.- Venir a Forks, para tranquilidad, que sensato, no hay nadie aquí. ¿Qué vas a estudiar?- Neurocirujano, interesante.

Me reí de nuevo.

Es cierto, no hay absolutamente nadie, es uno de los pueblos más pequeños que encontré respondí y miré hacia adelante.

Neurocirujano confesé con una sonrisa algo tímida sin quitar la vista del suelo.

- Wow, felicitaciones. A de ser difícil. No tienes por que avergonzarte, sabes, es genial tienes que estar orgulloso, no cualquiera puede hacer eso.- le dije. Apuesto a que viene de familia.-

La miré sorprendido.

¿Y eso como lo sabes? le pregunté y le sonreí.